Un hombre y una mujer
Son uno.
Un hombre y una mujer y un mirlo
Son uno
He conseguido mirándote,
mirlo,
la dicción clara del vuelo.
La ventana me sirve
para yo verte, para yo
añadirme a tu canto,
ser de cerca tu entramado.
Perenne deseo.
Algo inmediato se presenta. Lo captas y luego crece en ti.
Últimamente me considero fuera de cobertura, lo cual no quiere decir que no emita. El silencio también se capta. Si alguien está en esas zonas que, geográficamente, se llaman de sombra, no hay porqué preocuparse. Quizá esté en un proceso de animalización, y lo digo en el sentido de comportarme como un sencillo animal: cantar al alba como lo hace un gallo o un mirlo, reptar como hace una serpiente, comer alguna que otra bellota como hace un jabalí, desplazarme aéreamente como lo hacen las grullas, tratar de ser astuta como un cuervo. Es por ello que creo que la inmutabilidad de ese gallo de Fez me llevó a pensar que no era tal sino una de esas antenas camufladas para no alterar el entorno. Cresta por antena. Al rojo vivo. Y, puesta a hocicar en la foto, no piensen que quien maneja el móvil es una persona: es un ciervo. Llegado a estas alturas no sé si nos estaremos animalizando o bien electronizando.





Con una pluma escribiría sobre esta nube. Imagináoslo. La tinta precisa, elocuente. La luz de un ocaso que ahora rescato. Retener en la retina un momento que, en segundos, avanza y cambia. Retener una nube: eso sí es una Victoria. Victoria, sí, Victoria con mayúsculas. Todo el acontecer supremo lleva mayúsculas. Y este atardecer para mí lo fue. Al acecho y hacia el horizonte para conseguir esta Victoria visual. Una emplea los ojos para comerse el mundo que merece la pena: el de las sensaciones. Sí, ya sé que hay sensaciones que duran un suspiro, pero para eso está la memoria, el recuerdo y la evocación. Y ahora quiero ir al sur, o al norte, o al oeste, o al este del norte. Estoy hecha de puntos cardinales. Y siempre reclamaré la Victoria del momento, la Victoria que me apunto en el alma que luego transgrede al poema.





Estas fotos son del final del verano. El panorama a día de hoy no ha variado ni un ápice. Ese señor no duerme ahí: hace la vida ahí, barre su lugar, mima su rincón. Aún no he hablado con él. Os lo presentaré algún día. Mientras, él seguirá tan curioso: cubrirá su casa los día de lluvia. Para él un gran plástico y unas pinzas son fundamentales. Fuma y observa. Este hombre no sabe que gracias a un semáforo que hay en la calle lo fotografío. No intuye que cuando coincido delante de él y llevo la cámara lo capto. El semáforo en rojo siempre nos hace parar. Me pregunto ahora cuántas paradas hacemos en ese semáforo que llevamos en nuestro interior y que, de vez en cuando, se pone en rojo.
El otoño. Antes las ciudades olían a otoño, el fruto se precipitaba hacia ellas de forma necesaria, de forma natural. La castaña asada siempre fue preludio del frío. Te caía una en la mano recién y la bailabas hasta quitarle la piel sin quemarte. Ahora. Ahora siento que la orografía de la ciudad se queda huérfana si no surge el olor, si no te traspasa el fruto del otoño.
Estas fotos pertenecen a una castañera al pie del paseo marítimo de Oporto. Todavía se ven muchas castañeras. Oporto será aún decadente en muchas viviendas de su parte más antigua pero de lo que estoy segura es que aún no es una ciudad huérfana.




Que tengamos la piel de pêssego (melocotón) debe ser el fin último de las empresas cosméticas. Desde luego que a mí la comparación no me agrada. De momento, la pelusilla del melocotón siempre me dio dentera. Pero ya ven, avanzan los estudios y la huerta más sirve para las cremas que para un buen gazpacho. Yo me quedo con lo segundo. También me quedo con mis imágenes de tomates en rama que, tras tres meses han llegado al estado que veis. Os puedo asegurar que eran igualitos a los de la fotografía publicitaria de la crema de SEPHORA. Tardaron en arrugarse, duros como pelotas de billar, pero, al final, la arruga es la porción más exacta de la vida. Otros dicen que es bella. Yo digo que la arruga es tal cual y que prefiero gastarme en bacalao lo que otr@s en cremas. O si no escuchad a los Siniestro Total.






Y toda la ilusión tiene su letra pequeña: globos, cumpleaños y letra pequeña. Y ahí está 'Neorrabioso' el acertado colocador de pintadas que desmoronan aquellos principios que en francés hasta sonaban de lujo: liberté, egalité y fraternité. Difícil lo tenemos: claro lo ha dejado Xuanrata en el último sabio comentario de la entrada anterior: vivimos en la democracia de mercado y publicitaria. Vamos, una democracia de mierda. Bien por ti, Neorrabioso.
Ahora, si se hallan con ganas escuchen a Cáceres en este tango: UTOPÍA













Radio Pimienta sale a la calle. El gobierno reginonal quiere regular (silenciar).
En la entrada a la iglesia de San agustín, en la plaza de la Constitución, La Orotava, conviven varios carteles.
A los de Radio Pimienta les gusta este grupo argentino con muchas canciones que hacen pensar. Pusieron una, aunque no fue esta.
Es importante
(Bersuit)
Es importante:
Andar despacio y seguro
Es importante:
No dejar de corretear
Es importante:
No llegar a ningun lado
Es importante:
Escapar a algun lugar
Es importante
Caminar por la cornisa
Y caer a toda prisa
En la madeja del error
Y que otros miren....
Habran bien los ojos tuertos
Que ha llegado un perdedor
Es importante:
Andar despacio y seguro
Es importante:
No dejar de corretear
Es importante:
No llegar a ningun lado
Es importante:
Escapar a algun lugar
Es importante:
Vender cara la derrota
Que me vió, cara de idiota?
Yo también quiero ganar
Y si vale o no vale
No me importa
Somos parte de esta torta
Y a pelear con dignidad
Es importante:
Vender cara la derrota
Es importante:
Si también quiero ganar
Es importante:
Si hago trampa no me importa
Es importante:
Perder con dignidad
Es importante:
Yo diría indispensable
Primordial, muy necesario
Escencial, fundamental
Es importante:
Enmudecer garganta rota
Romper siempre las pelotas
Si nací para irritar
Es importante:
Dame un huesito vieja.
Es importante:
Un bizcocho pa' mojar
Es importante:
Que no me dejen afuera
Es importante:
ya estoy para jugar.
Es importante:
Pa'que el fuego no se muera
Sacar el diablo afuera
Aconsejo este ritual
Con otra geta exsorsisar el maleficio
Y sacarle un beneficio
A esta desgracia universal
Es importante:
Renovar el deseo
Es importante:
Poderte extrañar
Es importante:
Pa'que el fuego no se muera
Es importante:
Inventar otro ritual
Otra familia
Se ha juntado nuevamente
Y ha tomado los lugares por asalto uan vez más
Y así vivimos cuerpo a cuerpo en la comparza
Si esta vida es una farza
Que regrese el carnaval
Es importante:
Que regrese el carnaval
Es importante:
No dejar de corretear
