sábado, 7 de marzo de 2009

Veneno



El veneno es acechante. Esta es una fotografía preventiva. Dar datos: la víbora hocicuda es silenciosa y arroja un máximo de silencio y tranquilidad. Pero no la agarre uno sin querer, o la toque, o pase a su lado. El mordisco es su defensa, el veneno su lógica de existir. La víbora hocicuda vive en altitudes de hasta 1700 metros, justo a la altura donde capté esta fotografía del verano pasado, en la Pedriza madrileña. Se mimetiza como la mariposa; sobrecoge, entusiasma su belleza. Su veneno la enaltece.