Nos engañan
todos los relojes.
El tiempo tiene ya
horizontes.
Meditación primera y última (F.G.L)
El tiempo se escurre por el alma de una bota desmenuzada. Sucede que amo el suelo, que mido mis años en líquenes y suelas abandonadas. Por un ojal cabe un paraíso, por una tela se desordena el mundo. Por una piedra pasa una hormiga. Me he encontrado un reloj de pared y en su péndulo había siete cigarras calculando estratégicamente el calor que las quedaba. Veo a lo lejos un volcán que me espera descalzo.
Ya vienen los Reyes Magos, ya vienen olé olé olá. Sólo pido a los Reyes que a este señor no le vengan los del ayuntamiento con el propósito de una poda. Inteligente si carece de hogar dulce hogar que el árbol lo cobije. Todo un enjambre bien dispuesto. La mirada de ese hombre: toda una colación para mí (colación -7ª acepción-, ¡hacía tanto tiempo que no la sacaba a cola...)
Hacia Belén va un burra rin rin, yo me eché un remiendo y no lo quité. Quien tiene un árbol en su vida, o dos, trenza un privilegio. De pequeña, en el pueblo, besaba al niño Jesús en la frente. El cura limpiaba la frente para el siguiente beso. Ahora a pocas cosas beso. Digo cosas, porque aquella escayola no era Jesús. ¿Intuyen un anverso junto a esa secuoya y esos pinsapos? Beso la raíz, el colmo desmedido de la humedad. Sólo eso beso.
¿Se estima largo el viaje? Plaza de Callao, paso de peatones, calle Jacometrezo, pleno centro de Madrid. Viaje a qué parte, ¿a la parte que nos parte? Partir, verbo de irse, y verbo cenital donde el alma y la carne quedan divididas en dos. O en más. Peatón en rojo, peatón en verde, marea hacia qué lugar. ¿Me pregunto si me espera un río?
Mantén la calma y toma café. Retomo mi andadura bloguera tras una calma querida donde me he arropado con muchas fotos. No se me ha ido el genio. Sigo teniendo la misma postura y, ahora, en estas fechas y en estos tiempos se me ha incorporado el torrefacto en la piel y en el alma. Se diría que estoy un poco quemada, más bien. Pero arranquémonos el decir, sorbo a sorbo, no paremos, no nos durmamos. Bien despiertos, ¿eh?
Me ha apetecido tomar un café en la calle de la Palma (Madrid), en el número 49, y desde allí tomar la decisión de reanudar. Ese café que veis no tiene otra magia que el buen hacer. La figura arbolada no tiene plantilla, sencillamente pulso y exquisitez. Aman el café en ese lugar codiciado ya para mí. Amo el café bien hecho. Quiero el deseo de artesanía para todo. Un euro cuarenta y muy buena música, repostería aparte.
La Fanfare Ciocarlia nos dan con sus vientos un mayor impulso, por si nos hiciera falta.
Sin regreso,
la postura de cualquier vida,
agujereada o lisa,
sin regreso,
con el viento,
sin el agua decidida,
sin regreso,
como cielo el techo,
como cama el cieno,
cosidos ya los bolsillos,
sin regreso,
el perfil del comienzo,
del círculo elaborado,
el punto, las coordenadas,
sin regreso,
las escasas dudas del hambre,
sólo es el comienzo,
sin regreso.
Isso é só o começo, LENINE, de su disco Châo
Isso é só o começo
É só o começo
Isso é só o começo
É só o começo
Aqui chegamos, enfim
A um ponto sem regresso
Ao começo do fim
De um longo e lento processo
Que se apressa a cada ano
Como um progresso insano
Que marcha pro retrocesso
E é só o começo
Estranhos dias vivemos
Dias de eventos extremos
E de excessos em excesso
Mas se com tudo que vemos
Os olhos viram do avesso
Outros eventos veremos
Outros extremos virão
Prepare seu coração
Que isso é só o começo
É só o começo
Isso é só o começo
É só o começo
Aqui chegamos, porém
Num evento diferente
Onde a gente se entretém
Um ao outro, frente a frente
Deixando um pouco ao fundo
O ambiente do mundo
Por esse aqui, entre a gente
É só o começo
Assim nesse clima quente
No espaço e tempo presente
Meu canto eu lanço, não meço
Minha rima eu arremesso
Pra que nada fique intacto
E tudo sinta o impacto
Da ação de cada canção
Preparem-se irmã, irmão
Que isso é só o começo
É só o começo
Isso é só o começo
É só o começo
Isso é só o começo, é
É só o começo
Isso é só o começo
É só o começo
Isso é só o começo
É só o começo
Isso é só o começo, é
É só o começo
En esta época tan confusa, tan convulsa, una llega a la inmediata conclusión: antes éramos, ahora somos no tanto personas y sí un claro material que ya no sabría decir si desechable laboralmente, si reciclable existencialmente, si de nulo valor. Hay una palabra que me aferra claramente al desprecio: mercado. Y todo lo que se anexa al mercado me merece el mismo vómito: prima de riesgo, IBEX, recortes. ¡Adónde vamos a llegar!, me admiro.
Pero a la foto: que nadie piense que se trata de un muñeco, ni de un extra. Siempre he defendido la foto en pleno campo de batalla, en la calle o en el rincón. Fotos que narran. Por cierto, ¿cuál es el después de esta foto?
El arado de Inti Illimani de su disco Leyenda
De no escucharse el archivo existe la posibilidad de este vídeo: El arado.
Malos tiempos para la celulosa y buenos para el libro electrónico donde en un 20 por 15 centímetros la gente presume de tener 3000 libros. Esto de la lectura actual cada vez me conmueve menos. Los libros poderosos sí, los poderosos, los clásicos nos siguen reclamando. Y si no leed a Ítalo Calvino en su libro Por qué leer a los clásicos. Yo, aparte de los clásicos, digo con chulería: leo lo que tiene calidad, me gusta y me atrapa, por el orden que deseéis. A los buenos libros les digo: os estoy llamando, os estoy llamando.
I Am Calling You,Jevetta Steele (BSO Bagdag Cafe)
P.D. Quien no haya visto la película Bagdag Café que lo haga. Todo un reto vital.
Nos promocionan con la velocidad las telefónicas. Megas meteóricos para llegar en un plis plás a Nueva Zelanda, por ejemplo. O para tener el mundo en nuestras manos. Y encima nos lo creemos. Pues yo no. Para mí cuenta tanto el pasado como el presente, máxime teniendo en cuenta la certidumbre del futuro que nos espera a la vuelta de la esquina. Triste poste de teléfonos donde las sigla ADSL era inexistente. Ahora que sé lo que esa sigla significa (Afuera de la Sociedad -me permito intercambiar la 'S' y la 'L' para que me cuadre) tomo por metáfora de los tiempos que nos vienen a ese poste. Y lo que nos viene es la ralentización del tiempo por haber ido tan rápido: vamos, lo contrario a lo que ha ocurrido entre ese poste y la fibra óptica.
Escúchenme este tema de un grupo de una tierra de nómadas: Mongolia.
RaaKH II, de Altan Urag de su disco Made in Mongolia
Icaro sobre el Empire State Building es una de las fotografías de las muchas que se exponen en la Fundación Mapfre en el paseo de Recoletos 23, Madrid. Su autor: Lewis Hine. A este fotógrafo le encargaron seguir fotográficamente la construcción del Empire. En todas las fotos los currantes muestran sus músculos y no por expreso deseo del Hine sino por estar prendidos a trescientos y pico metros de altura a pelo, sin ningún arnés posible. Vamos, que a estos trabajadores les iba la vida en sus brazos. Hine, desde luego retrató socialmente a muchas personas. Nada de señoritas de la alta sociedad. Pasen a ver la exposición si pueden.
Sobre esta fotografía tengo yo mi particular interpretación:
Que el mundo se salte a la torera
los rascacielos, que mire desde abajo
el horizonte, que agarre una liana
para hacer un verso en forma de péndulo,
que se suba a un monte para detallar
cada una de las casas bajas, cada tejado,
que el mundo se tumbe a la bartola,
que el circo sea el detonante de la altura,
que Johnny Weissmüller se vista de Tarzán,
que el grito sea voluntario y el músculo un abrazo.
No pido nada, sólo una lista de distracciones.
List of distrations, Fionn Regan de su disco 100 acres of Sycamore
Cualquiera lee esta noticia: Desperdicio masivo de alimentos; o esta otra: Europa desperdicia un tercio de los alimentos(pinchando se abren los enlaces), decía que cualquiera lee esas noticias y acojona. Si yo apenas tiro alimentos se supone que mi vecino, es un decir, llega a tirar 358 kilos. Lo que tienen las medias. Una, por ejemplo, no come huevos y otro come dos y, matemáticamente es como si comiera uno dentro de la población.
Lo cierto es que cuando leo estas cosas y encima compruebo como llega un trailer para descargar 30000 kilos de nabos, puerros y zanahorias me entra una desazón que no puedo. Decid algo, por favor, quemad vuestro interior, arrancad el deseo masivo de pertenecer a otro lugar, no se...
La de sopas juliana que se hubieran hecho, por ejemplo.
100 Acres of Sycamore, de Fionn Regan de su disco homónimo.
Esta es una entrada sobre el trueque. Os la doy a cambio de nada. Generosa que es una. Aprovecho ya para deciros que hoy se celebra el V Mercadillo del Intercambio en la plaza de Oporto. Os dejo este enlace por si queréis leer las ventajas del intercambio o lo referido al consumo responsable: aquí.
El Evangelio (Según Pablo) de GRUPO DE EXPERTOS SOLYNIEVE de su disco último El eje de la tierra.
Hoy no voy a jugar con vosotros. La canción propuesta no es de Estopa, que me repatean, por otra parte. Donde sí hay estopa es en el objeto fotografiado que, aunque haya titulado 'Incógnita', he de deciros que es un trozo de cañería vieja y muy oxidada. Al que sí se le da mucha estopa es, aparte de a los coches potentes, al amor: al que se va, al que se queda, al que se pierde, al que se oxida, al que deja de fluir, al que se evapora. Y al que puede venir.
(P.D. Va por ti esta canción Josep e incide en ese acordeón de Richard Galliano.)
Para qué tanta piedra mortuoria, para qué desesperarse bajo el granito si el roble y el aire me detienen; una piedra fracturada, con el claro exponente de glóbulos rojos en rebeldía, una piedra que bajo sus bajos halle hormigas, lombrices, fundamentos de vida. Y colores como la copa de un pino, colores de verde planeta, colores de besos suburbanos, colores míos. La muerte, que espere fuera, que pasee cabizbaja, o con la cabeza alta, pero que no me mire.
Desvanecerse bajo las uñas de un tigre saciado y hablar con las termitas a golpe de muerte. Hacer un nudo al arcoíris, seguir la mímica del humo, recordar unos senos humedecidos, consumir viento al no haber sexo en el aire, fusilar a las pupilas que entren en lo oscuro. ¿Para qué?
Os lo puedo asegurar, un aforo bastante completo en el sextagrama: 265, contándolas todas, hasta las partidas por el encuadre. Del concierto, sólo tienen que escuchar a continuación:
Vidi, speciosam sicut columbam, de Tomás Luis de Victoria (Cantica Beatae Virginis) a cargo de la CAPELLA REIAL DE CATALUNYA, HESPÈRION XX, bajo la dirección de Jordi Savall
Vidi, speciosam sicut columbam, ascendentem desuper rivos aquarum, cuius inaestimabilis odor erat nimis in vestimentis eius, Et sicut dies verni Circumdabant eam flores rosarum et illia convallium.
Quae est ista, quae ascendit per desertum sicut virgula fumi ex aromatibus myrrhae et thuris? Et sicut dies verni Circumdabant eam flores rosarum et lilia convallium.
La he visto, hermosa como una paloma, subiendo los arroyos de agua. La fragancia de sus vestidos era inconmensurable. Y como los días de primavera, la rodeaban las flores de los rosales y los lirios de los valles.
¿Quién es ésta, que sube por el desierto cual columna de humo que exhala olor de mirra y de incienso? Y como los días de primavera, la rodeaban las flores de los rosales y los lirios de los valles.
Han pasado algo más de tres años desde estas OPCIONES. Y ya veis, el tiempo no ha parado. Somos tres años más y las sandías siguen existiendo, aunque sean rayadas y sin pepitas. Yo, como dicen en mi tierra, las prefiero de secano. Y también las prefiero con pepitas para escupirlas a la tierra, por si germinan. Con el mismo texto de entonces os dejo, con la misma mujer fotografiada (de perfil ahora y sin el rosa). El cajón sobre el que se sentaba no sé si será en mismo.
La única opción del tiempo es no parar y de ahí su jugo. Y su juego. Acabadas ya las uvas y sus delirios nos queda la razonable espera. Y llegará. Sabemos que la tierra siempre derrama su fruto, cultivado o no. Será el calor quién nos derive hacia un bocado pacífico, hacia esa sandía balompédica. Saldremos a demorarnos entre el agua cuando la sombra sea el aguante del sol. Será de agradecer cualquier brisa que desmonte su tenderete para avanzar. Y el sol será fuego preciso a mediodía. Llegará. Mientras, agradeceremos la lluvia y el gesticular constante de los ríos.
La fiesta de Cora de Jorge Pardo de su disco Vientos flamencos