sábado, 14 de marzo de 2009

Transfusión





Transfusión

La vida tuya sangre mía abona
y te amo a muerte, te amo; si pudiera
bajo los cielos negros te comiera
el corazón con dientes de leona.

Antes de conocerte era ladrona
y ahora soy menguada prisionera.
¡Cómo luce de bien mi primavera!
¡Cómo brilla en tu frente mi corona!

Sangre que es mía en tus pupilas arde
y entre tus labios pone cada tarde
las uvas dulces con que pan convida.

Y en tanto; flor sin aire, flor en gruta,
me exprimo toda en ti como una fruta
y entre tus manos se me va la vida.

Alfonsina Storni


¡Ojo! que ya sé que esta foto no es actual. Pertenece a la cosecha del año pasado en mi pueblo conquense. Pero dije que me apetece llenar este cuaderno de flores. De flores anticipadas, de mares inauditos. Cuando veo esos campos lo que me entra es el sentimiento de transfusión. La retina no deja de ser la que invade el corazón y el alma. A veces tienes invadida el alma y entonces la retina exclama aún más. Retina, voz, intimismo, colorido, urgencia: son palabras que anticipo a esas flores que espero que se repitan este año. Y yo le digo a la amapola lo de Alfosina Storni:

La vida tuya sangre mía abona