jueves, 4 de febrero de 2010

Contrabandistas





Nada de nada, no. En una pequeñísima charca como ésta el color de las ovas aventaja al agua. La desnudez de toda la materia muerta nos indica una cosa muy cierta: que la esclerosis no entra en los planes del día a día de la naturaleza. Es más, podemos ver lo que no hay: nada de música, silencio (siempre roturado por verdecillos. Y también podemos ver lo que hay: un hermoso arco con el que creernos contrabandistas (o contrabajistas) de la mirada. Algo de algo, sí.