viernes, 27 de febrero de 2009

Sustancial




José Emilio Pacheco
(México)

MICROCOSMOS
Bosques de algas y hongos en cada piedra. Galaxias invisibles al ojo
humano en un milímetro de musgo. Mares poblados de zoologías
insondables en la gota que tiembla sobre la hoja. Antigua idea de
un macrouniverso donde nuestros planetas son moléculas. Para él
nuestra historia y nuestro sufrimiento se vuelven tan importantes
como para nosotros las guerras, plagas, invasiones y cataclismos que
ocurren entre los infusorios.



Cada un@ puede pensar lo que quiera sobre lo que es la imagen presentada. Es una piedra, la misma. Pero no es una piedra cualquiera: es una piedra cromática, vital. Si agrandamos la primera foto veremos cómo la parte central la ocupa una finísima tela. Una mínima araña debe habitar en su interior, o sus huevecillos con sus futuras crías. Hay líquenes por todos los lados, naranjas, amarillos, blancos. No hay trucos, no hay coloración. Siempre presento las cosas según acontecen, según entran en la cámara. En la parte de sombra, en la segunda foto, apreciamos defecaciones de pájaros. O sea, que detrás de una piedra relativamente pequeña se erige vida sustancial. ¡Y cómo podría ser la vida sino sustancial!

miércoles, 25 de febrero de 2009

Imbricadas





Puede la lluvia siempre con el llanto,
por llorar que no quede
aunque sea en seco,
aunque el borde del desasosiego
nos acorrale. No es alto
nuestro punto de caída,
desde los ojos al suelo
las lágrimas caen imbricadas
sin ser expertas en redención.
Pero tan necesarias como la risa,
como el encuentro de la salud fugitiva
de un hogar, una casa,
con su habitante,
con su tiempo.

lunes, 23 de febrero de 2009

Antonio Machado



Fotografiar con nitidez a las avutardas euroasiáticas es difícil. Salvo con un buen teleobjetivo, no se consigue. Y por una razón bien sencilla para quienes conozcan estas aves esteparias: son extremadamente asustadizas y basta con que divisen a alguien a quinientos metros, más o menos, para huir en un bello, perezoso y lento vuelo. Hoy os traigo estas avutardas por Antonio Machado. Se conmemora el setenta aniversario de su muerte y suyo es un poema del año 36 en el que identifica el vuelo torpe de la avutarda con el de los aviones trimotores de la guerra. Poema lleno de dolor por lo que se avecina no dejando por ello revelar su amor e inquietud por la naturaleza fiel. Venga este soneto como recuerdo:

Soneto escrito en una noche de bombardeo en Rocafort (Valencia)

La primavera

Mas fuerte que la guerra -espanto y grima-
cuando con torpe vuelo de avutarda
el ominoso trimotor se encima,
y sobre el vano techo se retarda,
hoy tu alegre zalema el campo anima,
tu claro verde el chopo en yemas guarda.
Fundida irá la nieve de la cima
al hielo rojo de la tierra parda.
Mientras retumba el monte, el mar humea,
da la sirena el lúgubre alarido,
y en el azul el avión platea,
¡cuán agudo se filtra hasta mi oído,
niña inmortal, infatigable dea,
el agrio son de tu rabel florido!

sábado, 21 de febrero de 2009

Hallados




Ellos entre sí.
Ellos porque sí.
Fuente de ellos.
Una llama y ellos.
Ellos hallados.

lunes, 16 de febrero de 2009

Fantasmal/2





-¿Viene?
-Sí, vienen.
-¿Vienen?
-Sí, con ella. La reconocí por el retrato que aún permanece en el suelo de la habitación.
-¿Hace ya cuántos años?
-Veintisiete.
-Y Él, ¿cómo está?
-Desgastado.




Dedicado al Anónimo/a de la entrada 'Fantasmal/1'

domingo, 15 de febrero de 2009

Expugnable



"Existen tres elementos sin los cuales resulta imposible pretender que una ciudad sea literaria. Las farolas, los adoquines y las sombras deben darse conjuntamente y en este orden. Lo cual no significa que necesariamente deban estar colocados de modo tal que parezcan formar parte de un decorado. Lo que cuenta es que el viajero sedentario sepa que están ahí, inmóviles, sobrevolando el tiempo." Esto lo dice Nuria Amat en un libro entrañable. 'Viajar es muy difícil. Manual de ruta para lectores periféricos.'

Si he entrado en esa cita es porque deseo añadir un elemento más al aspecto literario de una ciudad: los castillos. Ahora que cada uno añada el suyo, eso sí, ese elemento ha de ser capaz de despejar un poema o dar aliento a una elegante prosa. De momento, desde un castillo extiendes la vista, es imposible encoger los ojos. El castillo tiene sabor a viento y a infancia. Y a reyes, a princesas y a esclavos. Muchos ríos han gestionado sus curvas para que en ellas hubiera un castillo. Hasta puestos a decir, en los castillos se puede bucear en su interior. Antes mejor, cuando había fosos y agua en su interior. Pero lo que mejor ha definido a un castillo es su inexpugnabilidad. Se era un castillo por ser difícil acceder a él. Pero, pasa el tiempo y, sin guerreros que lo acechen, el castillo y sus muros se derrumban y las plantas se adueñan de sus entresijos. El tiempo que pasa hace que todo sea expugnable, en el silencio más activo.

Desde ese muro de contención del foso del castillo de Mourao, pueblo fronterizo de Portugal, se ven las aguas del Guadiana embalsadas (por un muro) y otro castillo, el de Monsaraz. Seguro que, si uno mira bien al río, ve algún trozo de adarga que rodeó a la cueva de Montesinos, allá donde nace aquél y donde bien estuvo don Quijote.

viernes, 13 de febrero de 2009

Entramar/2



El entramado de este saco de esparto albergaba unas castañas asadas. En Portugal aún se utiliza mucho este tipo de material. Aquí ya son sacos de derivados del petróleo. ¿Adonde habrán quedado ya esos espartales de la Mancha, de Murcia, la economía artesana que generaban? Puede que admita la nostalgia de un tiempo que ni tan siquiera viví pero que sí oí contar y relatar. Las hermosas pleitas o cinchos para ceñir los quesos de mi tierra, por ejemplo. Cualquier actividad constituía antes un entramado saludable. Ahora el concepto de entramado entra en el juego de las malas artes, de los aprovechamiento ilícitos de asociaciones, empresas. Pero para mí, 'entramado', 'entramar' son palabras que pasean la delicadeza y la sencillez por las cosas en las que uno deja parte de su entraña.

jueves, 12 de febrero de 2009

Vecindad



Siempre me ha recogido los ojos la luna. Con gratitud se los he prestado. Pero nunca me he atrevido afrontarla con un poema serio. De momento dejo dos versos porque lo que me interesa es dejar la voz de Enrique Morente en unas alegrías y la letra que alude a la luna. Como si letra de copla se tratase, la luna adquiere un bello protagonismo.

Para que se rinda y no salga, ¿quién es
el que dice algo distinto a la luna?



Letra

A dibujar esa rosa
ayúdame caballero,
a dibujar esa rosa
que estoy solito
y no puedo dibujarla
tan hermosa.
Que estoy solito
y no puedo dibujarla
tan hermosa.

Que por tu ventana sale
es tanta la claridad,
que por tu ventana sale
que dice la vecindad
y hasta la luna en la calle,
y hasta la luna en la calle,
la luna en la calle está.

martes, 10 de febrero de 2009

Janela





Ventana entreabierta, aire sereno.
El gesto perdido de mirar encontrando.
Saber que el sueño te ausculta entera.
El tiempo se asoma al balcón,
no se disculpa hoy por haberse lanzado,
suya es la intención de abandonarte
hoy que encaras la soledad en Él.




Vou-te amar até ao fim
Letra e música de: Fernando Girão
Repertório de Joana Amendoeira

Eu abro a minha janela
E respiro o ar da madrugada
E sinto a cidade parada, sem fulgor
No sono dos adormecidos
Assim ao estar mais sózinha
Tento inventar mais um pedaço de caminho
Só os meus anjos e tu

Viajo no meu quarto a tais distãncias
Que a mente não consegue calcular
Eu quero viajar
E ser a terra e o mar... em mim

Contigo ao meu lado eu sou o mundo
Ajuda-me que eu quero ajudar
Eu sei que vou-te amar
Eu sei que vou amar-te até ao fim

domingo, 8 de febrero de 2009

Detención








La muerte es la entrada al detenimiento. Se podría pensar a la inversa, pero no. El detenerse y mirar forman parte de mí desde hace mucho tiempo. Para observar a quien mira, a quien se para, a quien lee, a quien descansa, a quien siente, a quien disiente, a quien oprime, etcétera.

Mueres y uno de los últimos lazos que te queda es el estar expuesto en una vitrina donde una pequeña foto aún parece reivindicar una instantánea de inmediatez presencial. 'Si el otro día lo vi en la pastelería', 'Sí, el que trabajaba en el restaurante Molhóbico donde comí la semana pasada'.

De la cámara se podría decir que es una enviada de la muerte al detener analógica y digitálmente tantos momentos. Morsus diaboli: mordisco del diablo. A veces sí es endiablada la cámara: detener de la muerte la vida. Otras veces es lúcida, triste, festiva, entusiasta, engreída, luchadora, surrealista. Lo que tengo claro es el estado de ánimo de la cámara y el de quien toma la fotografía. Lo detenido será vida o muerte. Depende de quién y cómo lo vea.

viernes, 6 de febrero de 2009

Miquel Fuster



miquelfuster dijo...

Me encantó tu entrada. Te escribo como administardor del Blog de Miquel Fuster y como fotógrafo.
Es demasiado común caer en los prejuicios. Pero detrás de cada rostro anónimo de la gente que sobrevive en la calle, hay muchas historias (y, ojo) no muy diferentes de las de cualquier persona "normal".

http://miquelfuster.wordpress.com/

Esta mañana me entró este comentario en el correo. Iba dirigido a la entrada de 'Microscópica'. El administrador del blog de Miquel Fuster es Juan, muy relacionado con la fundación cuya web es www.arrelsfundacio.org . Entré en la página de Miquel. Simplemente y, sin ñoñerías, como le dije, me conmovió, me removió, me alteró y, por qué no, hasta me sublevó. Todo ello para mostrar a gente con los principios muy claros y con una valía excepcional. Ved sus dibujos. Leedlo. No digo más porque suyo es el protagonismo -el que pueda tener este rincón- que le cedo. Sólo una cosa más sobre su mirada:

Herida, vibrante, sincera, radical y llena de ramificaciones.

jueves, 5 de febrero de 2009

Azar



Este paxarico no está en su hábitat natural. Procede de la sierra de Mágina. Allí estaba en el suelo, reposado. Genial, dije. Será fácil tenerlo. Y lo traje a casa. Cada vez que lo miro es como si me retratase su enjambre de reposo. Se dedica a permitir el canto de otros pájaros circundantes, mirlos, verdecillos, verderones, urracas, jilgueros. Sólo sentiría estupor en medio del asfalto. Pero aquí lo tengo, incluyéndolo en la vista de unas ramas de pino y de chopo. Por azar surgió, por casualidad lo tengo. La cámara no se puso nerviosa, acostumbrada como está a otros pájaros inquietos. Pudo disfrutar de él como yo. Es todo un lujo tener un paxarico así entre las manos, pero mayor es el poder ver y sentir a los vivos acumulando aire y dirigiendo cantos. Sentir sin más.


miércoles, 4 de febrero de 2009

Simulación



El vuelo siempre como simetría,
exclusiva asignatura del cielo.

Una mira a las aves que planean con la óptima capacidad para intentar el vuelo. Sé que no es posible, pero tenderse con los con los ojos es simular la silenciosa simetría de las alas. Enjuiciar la calma desde arriba ya sería tarea fácil.

martes, 3 de febrero de 2009

Fantasmal/1




No sé si estas escaleras subirán a los cielos. La certeza de que las hubo es clara. Si me gusta este tipo de fotos es por lo que transmiten. Imagino a gente que subía a un segundo piso, imagino el remanso de los objetos en el desván, vierto mi interés por quien allí moró. Si no conocemos podemos imaginar; si conocemos podremos dar la realidad, con mayor o menor imaginación. A veces una realidad objetiva contada con imaginación nos puede parecer hasta fantástica. Pero ahora estamos con las escaleras ausentes, con sus puntos de color, con todos sus anclajes. De pequeña me hacían bajar a una bodega para meterme miedo. Eran escaleras de obra, con ese punto de humedad que no dejas de recordar. Ahora son esas escaleras fantasmales.

lunes, 2 de febrero de 2009

Inclusión



Hablé de posarse en una entrada antigua en la que Idea Vilariño y Teresa eran protagonistas. Un retrato es exclusión. Un retrato es lo que no somos, te colocan, nos colocan y no fija nada de lo que somos. Otra cosa es una instantánea. Ahí hablo yo de inclusión, en todo o en parte. En mi caso acababan de llamarme por teléfono y la noticia que me estaban dando era preocupante, nada grave. Parece que mi estar atraviesa una constante preocupación por las cosas. Sí, sí muestro la sonrisa, la saco, pero casi para mí misma. En esta ocasión estuvo acertado quien mejor me conoce y a quien no debí dejarle la cámara. De todas formas había decidido hacerme una foto cerca de esa fuente. Una foto, no ésa. Pero me incluyo.