martes, 13 de abril de 2010

Espiral



Enroscarse es una buena opción.
Comprar muelles también: Muelles ROS, calle Ronda de Atocha, nº 16, Madrid.
Todos los muelle imaginables, dorados, mínimos. Elásticos todos.
¿Habéis pensado en un muelle no elástico? ¿Habéis pensado en desenredados?
Me enseñaron la palabra torzal y yo soñaba con algo abrigado, con un fuego concentrado, epitelial.
Quise tener una casa donde los caracoles supiesen divagar sobre la velocidad de la pasión. Hallé caparazones lentos, hallé silencios obcecados. Pero para éso estoy, para fumigar todo aquello que anquilose. Amig@s, vénganse junto a mi elasticidad.
Hoy toca lanzarse. Los viajes tienen su inercia y su equipaje, mínimo si se quiere, pero al menos el cuerpo.
Bienhallados, sigamos con la espiral.








Un muelle (Pauline en la playa, disco: Física del Equipaje)

Me enroscaré.

Después me iré curvando como un muelle

la tarde irá pasando como suele

en espiral.

Girando mis talones

formando tirabuzones, pienso...



Retorceré

mis dudas entre círculos perfectos.

Concéntricos anillos mientras cuento.

Te esperaré

sentada en los resortes

que disparan todos mis temores



Y por enredar

desenredarte.

Por no molestar

no estirarme,

encogerme así.



Me enroscaré.

Después me iré curvando como un muelle

tratando de arquearme si no duele.

Describiré

en un trazo infinito

un millón de vueltas a lo mismo.



Esconderé

mis penas, que no puedas encontrarlas.

Alargaré mis brazos por taparlas,

y buscaré

algo para envolverlas

y olvidarlas antes de que vuelvas.



Y por esperar

desesperarme.

Por no preguntar

responderte.

Y por enredar

desenredarte.

Por no molestar

no estirarme,

encogerme.