II
Nunca de retirada, y menos aún de noche,
alta de sientes,
tan sencilla, amasada
en la cornisa de la media luz,
entre las rejas del conocimiento,
en la palpitación del Alma,
llega la amanecida.
Y el resplandor se abre dando vuelo a la sombra.
Parecen iguales las fotografías. ¿Se acuerdan de esas viñetas en las que había que detectar los errores? Aquí no hay errores: hay variaciones. Son propias las variaciones de la vida. La ida, el retorno, la fuga, el fuego, el reposo, la inquietud. Movimiento y roce. Todo un tejido vital.
10 comentarios:
Siempre pendientes de lo que suceda.
Un abrazo
Dicen que ella lleva en sus ojos la voz de mil leyendas; que en la música implora pájaros; Caricias de Steinman & son; Que se mueve de un epicentro a otro.
Ví las variaciones, al que vuela y a l que está posado.
Los vi a ellos tocar: Increíbles, Tremendos! (Tararean como Jarrett)
me gustan las cigüeñas ¡¡¡¡
Si los pajarillos de la derecha no estuvieran en la última toma podría imaginar que pasó un año entre una y otra fotografía.
El nido vacío al finalizar el verano, la caída de la luz que anticipa la llegada del otoño.Las zigüeñas son aves migratorias como tantas otras, si no las ata nada, me refiero a polluelos, huyen en busca del calor de Africa ante la embestida de los primeros fríos.
La primera foto muestra al ave casi fantasmal entre las ramas del árbol y el nido.
No ha pasado un año, los pajarillos sigue allí.
Simplemente se trata como bien dices de un retorno, o una huida breve, como son breves los pulsos de la vida.
Todo se pude construir y destruir rapidamente...
Me gusta la no luz de estas fotos, la mimetización del blanco níveo de las alas en la turbia tarde, lástima que por la falta de luz la definición sea también breve, como los pulsos de la vida.
Soy yo de nuevo pebeta, volviendo a tu blog y echando una relojeada por otras entradas, cosa que me gusta hacer de cuando en vez, me doy cuenta de algo muy curioso. En las dos últimas nos regalas fotos de árboles con pájaros y ausencias, exactamente en la misma disposición, las primeras con las aves, las segundas sin ellas.
O quizás cometo un error, y la ausencia es lo primero.
Contrapuntos con interrogantes, espejos libres del reflejo.
Bonitas fotografias...
Sobrecogedor.
Estoy contigo... esa es la esencia del arte, de la música, de la misma vida!
Me parece que las cigüeñas ya hace años que no emigran, quizás por eso es más fácil verlas volar sobre los cielos mesetarios, ensayando una y otra vez sus propias variaciones. Que bien encajan las palabras de Claudio Rodríguez describiendo la invasión de la luz (y el rumor de la historia) sobre el paisaje de Simancas con estas imágenes tuya dispuestas para la contemplación. (Ya que no errores, sí he advertido una pequeña errata textual: en el verso segundo "sientes" debería ser "sienes"). Abrazos.
Si, es una errata. Pero a mi me gusta "sientes" porque sentir es elevarse, estar en la cornisa, en el conocimiento, en la palpitación... Todo junto. Todo Claudio Rodriguez. Todo cigüeña que se posa suavemente sobre el nido de la vida. Esos pulsos que vienen, como dice Inés, cuando vienen y se van, quien sabe hasta cuando ni hasta donde, cuando se van.
Un abrazo, un vuelo, un beso.
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