jueves, 5 de febrero de 2009
Azar
Este paxarico no está en su hábitat natural. Procede de la sierra de Mágina. Allí estaba en el suelo, reposado. Genial, dije. Será fácil tenerlo. Y lo traje a casa. Cada vez que lo miro es como si me retratase su enjambre de reposo. Se dedica a permitir el canto de otros pájaros circundantes, mirlos, verdecillos, verderones, urracas, jilgueros. Sólo sentiría estupor en medio del asfalto. Pero aquí lo tengo, incluyéndolo en la vista de unas ramas de pino y de chopo. Por azar surgió, por casualidad lo tengo. La cámara no se puso nerviosa, acostumbrada como está a otros pájaros inquietos. Pudo disfrutar de él como yo. Es todo un lujo tener un paxarico así entre las manos, pero mayor es el poder ver y sentir a los vivos acumulando aire y dirigiendo cantos. Sentir sin más.
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7 comentarios:
Pues si, tu lo has dicho, sentir sin mas, sentir su libertad. Bonito paxariño :)
Bicos
Así, como esa, de cualquier rincón de este pais, para mis pajaritos, tengo un montón.
Y las mimo para que no se vayan.
Un saludo, o dos
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Todo un ejemplo de escultura casual. Cosas de la vida, por no decir sorpresa... Buena mirada. Realmente estas al acecho. Un saludo.
puede que se mueva...
Te descubro zapeando, blogs amigos y veo tu estupenda forma de mirar, un sitio para regresar
saludos brujos
Piedras, animales, piedras. Es un tema que recorro también últimamente. Bien visto.
Que curioso vocablo paxarico, a medio camino entre paxariño i pajarico. Hay que mestizar el lenguaje ,también.
El paxarillo ( o sea paxariño y pajarillo) tiene un inconfundible aire picassiano , lo cual lo hace aún más interesante.
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