
Sé, de fijo y de atornillado,
que el humo del cigarro cuando me entra
va hacia el tapete de los alvéolos
a jugar al póker;
oxígeno, sangre y placer
se sujetan muy bien al pecho
las cartas que el humo reparte
y lo que no saben es que todas,
todas,
están marcadas con nicotina
y que el juego está perdido
de antemano. Yo sé,
después de todo, que el humo
es un impostor,
un amante inevitable.
Cuca Roseta, Quem és tu afinal
8 comentarios:
muy logrado ¡
¿Mu lograo e lo mismo que mu lleno?
Tengo Full.
Llego a la conclusión que sos la mujer invisible Sofía, porque cómo puede ser que saques esta foto sin ser vista, sin romper ni rozar la concentración de quienes hacen la calada profunda, casi en extasis.
Buenísima, me encantó.
Estos sí que son fumadores de los gordos.
Bsss pebeta
Al hombre no se le ve, pero fumaba un puro de los gordos, de los de humo azul. No es que sea invisible, tú lo has dicho: en el éxtasis se cierra los ojos y te da igual que pase un buey volando que ni te enterás. A mí también me encantó ese callejón lisboeta donde los fasos ejercen si adicción más placentera.
Besos, Negra.
no puedo decirte que recuerde esa calle concreta de Lisboa pero cuando vi la fotografía pensé que era de allí, y aunque no sé dónde está yo la situé en mi paseo caminando hacia el castillo de San Jerónimo
Recuerdo que íbamos metiéndonos un poco al azar por unas calles y otras cuando llegamos a una, más ancha y más llana que la de tu fotografía. Al entrar en ella y a unos 20 metros estaban las primeras prostitutas con los chulos vigilando, eran unos hombres grandes. Mi acompañante me dijo...vamos por otra calle ¿por aquí nos vamos a meter? yo le contesté...por qué no, claro que sí, además ¿te crees que nos van a hacer mucho caso?
efectivamente no nos hicieron ninguno, estaban en "otro" lugar, como esos fumadores extasiados
un beso
Manchega, hay que ver con que plenitud y dedicación se entregan a la aspiración del mortal amante. Y es que ya lo dijo el señor Umbral en un artículo sobre el tabaco: El hombre es poco menos que un alegre suicida.
Confieso como fumadora que hay un placer semejante al de aspirar el humo: el rito parsimonioso de liar un cigarrillo.
Muy buena la instantánea. Aunque ya sé que es una calle lisboeta, recuerda a la Rinconada del Míño con Muralla al fondo.
Icaro, esa calle es la Travessa do Marta Pinto.
Los pasteis (pasteles) de Belem, cercanísimos a dicha travesía, también producen placeres extáticos. Con ellos, a mucho tirar, podrías jugar a las damas.
Shandy: Lugo tiene mucho encanto y olor a río. Ya lo olí mucho. Me encantan las personas liantes, las que ponen pasión en una elaboración.
De vez en cuando fumo, aunque no lío.
El ruido que tú haces al liar evoca a los roedores.
Besos,P.
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