lunes, 26 de febrero de 2018

Perro III

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Tanta curiosidad nos convoca el paso de gente a los humanos como a los perros. Esta es de las fotos sencillitas pero que caen bien. Como el perro de Scottex desliando el rollo de papel higiénico. El posado de un perro es como la muestra de un perro de caza: quietud y profundidad. Pues ahora me da por pensar en la fotogenia de los perros (y de los humanos) como una forma de ladrar. Y este, sin ladrar. salió espléndido.

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2 comentarios:

XuanRata dijo...

En realidad el perro mira más bien con la nariz, de hecho, si te fijas bien, se observa una cierta tensión olfativa. A uno le entra algo de complejo al pensar cual será el olor propio, qué emociones le produciremos al perro, qué presentimientos. Y cómo será una calle hecha solo de olores, la placentera labor de discriminarlos uno a uno.

Ventana indiscreta dijo...

Érase un perro a una nariz pegada (Queperro, perdón Quevedo).

Lo que daría yo por estar con vida de perra, nariz de perra...