martes, 24 de enero de 2012

Estopa


Hoy no voy a jugar con vosotros. La canción propuesta no es de Estopa, que me repatean, por otra parte. Donde sí hay estopa es en el objeto fotografiado que, aunque haya titulado 'Incógnita', he de deciros que es un trozo de cañería vieja y muy oxidada. Al que sí se le da mucha estopa es, aparte de a los coches potentes, al amor: al que se va, al que se queda, al que se pierde, al que se oxida, al que deja de fluir, al que se evapora. Y al que puede venir.

(P.D. Va por ti esta canción Josep e incide en ese acordeón de Richard Galliano.)



ALTHOUGH YOU'RE GONE, de Viktoria Tolstoy


I thought I heard your voice today
From somewhere right behind me
I turned around towards the sound
But you weren't there to find me
I stood there for a while and thought
I really should know better
It's been so long since you've been gone
I can't even remember
Your scent upon the pillowcase
Your smile when I'd awaken
My heart leaps at the thought
But at the same time it is breaking
I learned so many things
When once I had you here beside me
Although you're gone I'll always have
Your memory to guide me

15 comentarios:

Inés González dijo...

Magnífico este tema Sofía, la voz de esta bella Viktoria es soberbia, y Galliano, qué vamos decir de Galliano si es un grande!
Menos mal que aclaraste de qué iba la foto, yo habría jurado que era el tronco de una palmera, me gusta el ocre dorado que la invade.
bsss

Carmen dijo...

al igual que Inés pensaba que era un tronco, sin llegar a afinar tanto para especificar la palmera

un tronco que crecía y al que le imponían ataduras, algo que no concibo vaya de la mano del amor


pd: he visto la fotografía por lo menos 8 veces dándole a la ruedecita del ratón para verla junto a la anterior, hacen un tándem perfecto

JosepMª dijo...

Una cañería oxidada.
Sí la reconocí, a la primera.
He visto muchas.

La de tu foto, metal.
Nosotros, carne
(y sangre)
y amor,
aunque inmenso, efímero.
Todo amor perdido es irrecuperable.
Oxidado.
Cuarteado.
Ni reforzado con estopa.
Tanto dolor...
Jodida memoria.

Me gusta mucho la canción.
(voz, música i texto)
_He aprendido muchas cosas_

Iba a escribir:
Carpe diem.
No importa.
Ya, ni uso goma de borrar...

XuanRata dijo...

Era cuestión de tiempo que la cañería volviera a sus orígenes de rama.

Tomás Rivero dijo...

Pues ya ves Sofia, como que te noto triste. Cosas mías y de estas palabras: ..al amor: al que se va, al que se queda, al que se pierde, al que se oxida, al que deja de fluir, al que se evapora. Y al que puede venir.

Y también a este temazo que has puesto de Viktoria Tolstoy.

Un beso. Dos si estás triste. Tres si dos no llegaron.

Ventana indiscreta dijo...

Sí, Viktoria es bella y muy, pero que muy soberbia. De Galliano nada te digo, me lo descubriste tú y me pareció magnífico.
Cuando un color invade a un objeto estamos ante un exceso de vida y, probablemtente ante un fin. Caso claro el del óxido.

Besos, I.

Ventana indiscreta dijo...

Ícaro, he visto como troncos han atravesado alambradas absorbiendo en incrustando el alambre dentro de su tronco. Me gusta que los árboles y los troncos vayan por libre y sin ataduras. Las personas también, ¡faltaría...!

En las dos fotos la oxidación aflora. A nosotras, cuando nos oxidamos nos salen patas de gallo.

Besos, I.

Ventana indiscreta dijo...

Josep, ¿comparimos este poema de Alfonso Carreño?

ES LO IRRECUPERABLE

Todo aquél que ha pasado
a través de una puerta
ha dejado aún
más vacío su quicio,
más desnudo el espacio,
más inútil su abierta
función.

Los territorios que divide
son espléndidos o miserables
jubilados o núbiles,
profanos o sagrados,
pero todos aquellos que atraviesan
esa frontera habida
saben que puede otra vez
entrar, salir
o repetirlo nunca.

Una amada, una patria, un hogar,
un lupanar, un templo,
todo tiene su puerta, un picaporte, un vicio
de aislamiento y renuncia,
un tránsito de noches,
un siniestro perfil de atalaya y olvido.


Un abrazo, Josep.
Estamos para compartir, ¿no?

Ventana indiscreta dijo...

Xuan:

Rama-amar, palíndromo de dos palabras, así, sencillito.

No sé si con el PVC se amará más...

Un beso.

Ventana indiscreta dijo...

No estoy triste Tomás. Esto es un bloc, un sitio sobre el que pensar, incitar, provocar, construir, buscar. Un sitio más para los cuatro amig@s que venís. Es como un chateo comunitario pero con calidad. La proporción de la realidad no siempre coincide con la virtual, ¿o no te para a ti también?

Besos, desde aquí hasta el mar.

JosepMª dijo...

Sí, estamos para compartir.
Si no,
¿qué virtud nos valdría?

El poema de Alfonso Carreño:
Contundente.
En él me he visto
retratado.

En tu blog
se hace realidad
el magnífico verso
de Gabriel Celaya
_La poesía es un arma
cargada de futuro_

Siempre
espero tu respuesta
a mis comentarios.

Gracias por estar ahí.

Tomás Rivero dijo...

Sí, tienes razón Sofía.

Yo algunas veces cometo el "error" de dejarme llevar por mi estado de ánimo, dejo de ser objetivo para ser subjetivo y creer que puedo animarme haciendo una entrada virtual en mi blog que me desfogue los tropezones del alma. Ya ves tú, yo que no tengo alma, tengo "miajón". Y que creo a pie juntillas que la realidad no existe.

Un beso, entrañable.

Ventana indiscreta dijo...

Josep, sobre la poesía, aparte de ser un arma bella, también se la puede considerar dentro de estos quizás:

Despedida

Quizás, cuando me muera,
dirán: Era un poeta.
Y el mundo, siempre bello, brillará sin conciencia.

Quizás tú no recuerdes
quién fui, mas en ti suenen
los anónimos versos que un día puse en ciernes.

Quizás no quede nada
de mí, ni una palabra,
ni una de estas palabras que hoy sueño en el mañana.

Pero visto o no visto,
pero dicho o no dicho,
yo estaré en vuestra sombra, ¡oh hermosamente vivos!

Yo seguiré siguiendo,
yo seguiré muriendo,
seré, no sé bien cómo, parte del gran concierto.


Somos concierto, Josep. Yo siempre espero, recíprocamente, tus comentarios.

Ventana indiscreta dijo...

Tomás, tanto para el ti subjetivo como para tu tú subjetivo te dejo este puzzle poético de Alfonso Carreño lleno de DIVINAS PALABRAS:

Yo soy la verdad y soy la vida.
Estoy siendo la verdad de mi cuerpo,
la vida de mi cuerpo,
su simiente de olvido,
su santuario.
Estímulo danzante, párpados
que oscurecen el mundo,
aliento que cincela lo existente.
La vocación viciosa de mis labios
hoza cobijo, quiere
comer hambre del hambriento,
humanarme en lo extraño.
Porque soy mi verdad y soy mi vida,
miro los rostros callejeros, busco
enamorantes semejanzas, ritos
de carne usada, lenguas que bucean
en mis sentidos y los pueblan y untan
su caricia en la mía
y devoran y trenzan y derraman.
No hay finales sin sueño
ni reposo vencido: esta fiebre
de lúcida materia empuja
entre estatuas y pájaros, más lejos,
entre hojas y olas, en el filo
sediento del impulso.

Tomás Rivero dijo...

Sofía, veo que tiras con facilidad de poemas en tus respuestas a los comentarios, algunos acertados. ¿Los tienes a mano o te los sabes de memoria?

Es acojonante cuantísimo poeta dando soluciones.
Ya lo decía mi amiga, que no lo es, Blanca Andreu: todos los poetas sois unos mentirosos.

Un beso lleno de recursos.