viernes, 9 de febrero de 2018

Perro I

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La placidez nos hace entrecerrar los ojos, o cerrarlos del todo. 
Si de algo puede presumir un perro es de no mentir en su mirar. Nos gustan lo perros por su fidelidad pero a mí me gustan más por su forma de mirar ante lo que sucede alrededor. La mañana de esa foto hacía frío y apenas pasaba gente por esa calle del barrio de las Letras de Madrid. Yo estaba a un metro y ni siquiera me advirtieron señora y perro. Sucede que mirar por mirar es un placer.

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2 comentarios:

XuanRata dijo...

Tienen los ventanales de las cafeterías algo irresistible para la mirada, tanto hacia dentro como hacia afuera. Tal vez porque el cristal delimita un ámbito íntimo pero al mismo tiempo abierto al exterior, una pequeña utopía por el precio de un café.

Ventana indiscreta dijo...

¡Tantas utopías, por sencillas están al alcance de la mano, Xuan!