miércoles, 26 de abril de 2017

Catar // Qatar

.







Premisas meridianas para catar: ver de arriba-abajo (o viceversa), oler a trescientos sesenta grados, paladear la mínima cantidad posible y traducirla en pocas, pero certeras palabras (vamos, como hacer un poema). Tocar y acariciar a fondo si de sólido se tratase. Dejemos el oído para catar a los jilgueros y a las cornejas que bien lo hacen bajo cualquier condición.
Catar la vida bajo dos agujeros hechos en un manto negro a mí se me hace poco.
Los niños siempre catan la vida: disparan a sabiendas que las balas son vocales.
Catar el suelo con los pies descalzos tras un día de Disneyland es lo más.

.

2 comentarios:

XuanRata dijo...

Me gusta esta serie, leída así de atrás hacia adelante, y no solo porque muestra instantes diferentes sino sobre todo porque en cada foto hay un elemento nuevo que cobra protagonismo y es casi como ir escarbando en el instante. Una escena con muchas lecturas, no todas amables. La violencia adopta formas múltiples y lo pero de todo: se adapta a la vida cotidiana como si se tratara de un juego.

Ventana indiscreta dijo...

Gracias por tu comentario, Xuan.
No hay otra manera de ver sin, como tu dices, escarbar.