lunes, 9 de septiembre de 2013

Vida perra

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De llevar una vida perra y holgada como la del ejemplar de la imagen  muy poc@s pueden presumir. Veamos si no (o si sí):  bajo el atrio de una catedral, sobre suelo de mármol, buen clima, con pocas estridencias y, encima,  bendecido. Lo dicho, hay vidas perras y perras vidas: las de los perros en China. Miren este enlace:

Comercio carne de perro.

Comparen ahora con el ejemplar que nos ocupa, ya despierto, ya reposado, donde el hambre de ningún humano le espera.


¿Y lo de llamarnos perras a las mujeres? ¿Eh? 

Me mezo  en mi Jordi Savall:

10 comentarios:

Inés González dijo...

No te hagas la santita Sofía, vos sos de las que te encanta llamar perros a los hombres, veo que estás con ganas de levantar una polvareda de género.
Ya quisiera estar yo como ese placido can sin preocupación alguna y lo mejor, protegida por la Santísima!
besos subversiva

Alonso CM dijo...

El maestro Savall pone el punto medio, no? Si es que lo tiene... Esto no hay quién lo equilibre.
La humanidad de los perros, sus miradas de consentimiento, su tristeza... y el desprecio humano. Miles de evolución para que sigamos cometiendo las mismas atrocidades, generación a generación.
Como me pongo de mala leche, me que do con el frescor del mármol y el duermevela del perro.

Un abrazo

XuanRata dijo...

Ese perro tiene una pose y una belleza (y si me apuras hasta un color) del todo escultórica. Parece hecho de la misma piedra que las paredes de esa catedral. Ahí tiene que haber una leyenda sobre un escultor, un perro y una santa, o una mujer, que es casi lo mismo...

Un abrazo.

Marga dijo...

Y qué me dices del verbo perrear? (vocablo no admitido por RAE, que yo sepa) A mí me encanta utilizar esa expresión:

- Hola, qué haces, amiga?

- Ya ves, aquí, perreando.

La postura, apostura más bien, del perro en la segunda fotografía viene a confirmar mi teoría (sólo hay que ver la calma de su mirada, en contraposición a esa otra del perro que busca a su dueño, ansioso): los perros son mucho más felices al no tener dueños (como cualquiera, ya, no te digo).

Por no hablar de esa actitud tan moderna de tratar a los perros como si fueran personas, no desde el civismo y el respeto, no, sino el trato que reciben como si fueran personas pero un poco idiotas. Como especie me da a mí que nos encanta robar dignidades o que nos cuesta suponer su existencia. De ahí vendrá lo de perro infiel o lo de perra como sinónimo de prostituta o tirada (como zorra? Qué perra tienen con los animales y nosotras)

En fin. Eso, perréalo bien.

Ventana indiscreta dijo...

Sabes, Inés, que la subversión es uno de mis géneros favoritos. Y sabés también que mucho despotrico sobre los tópicos.
Otra cosa es tener la completa versión de los hechos. El hecho es que en china se come carne de perro como aquí de conejo; y no pasa nada.

Besos de durmiente.

Ventana indiscreta dijo...

Duermevela, Alonso. Siempre con tu atrapar la palabra que más se acomoda. Y qué bella es esa expresión. Por cierto, ¿de dónde vendrá lo de duermevela. Porque eso de dormir a salto de mata lo concibo mejor.

Un abrazo, Alonso.

Ventana indiscreta dijo...

Pocas mujeres habrá tan santas como Santa Teresa.Desde luego que no pensé en el color de esa piedra caliza cuando vi al perro. Lo que vi fue una oportunidad de las grandes: me parecía imposible que ese perro estuviera donde estaba y como estaba: dentro de una paz monacal. Te confieso: lo desperté yo para tener la serie fotográfica completa. Así que un poco perra sí soy. Soy más perra que santa.

Abrazos siempre.

Ventana indiscreta dijo...

Marga, ¿te acuerdas de Rodolfo Chiquilicuatre(o Chiquilicutre)? Te refresco: http://www.youtube.com/watch?v=v5o4heXPKIg

Empezaba su canción: Perrea, perrea...

Ya sabemos lo que les cuesta a los de la RAE meter vocablos nuevos dentro del diccionario. Para eso María Moliner.

Soporto el perrear como el vivir y no soporto ver un perro con un abrigo, chubasquero o similar. Hemos perdido el norte para con los animales. Algo así como desnortados. ¿Desnortados?

Ese perro de la foto daba gusto verlo: no tenía dueño alrededor, que yo sepa. Y se le veía feliz, feliz. Me encantan los perros callejeros, vamos los chuchos.
¿Existirá eso de chuchear?

Te acuerdas de nuestras chuches antiguas, los pirulís, por ejmplo.

Échale un vistazo:

http://www.yofuiaegb.com/diez-chucherias-miticas-de-la-egb/

JosepMª dijo...

Perro
y fiel,
perrerías para él.

Ventana indiscreta dijo...

Por venir el último y tan callado, Josep, te hago una caricia.

Tú si eres fiel y cercano.

Un abrazo.