sábado, 28 de septiembre de 2013

Carpe Diem




Cuando el sudor de nieve fue llegando
a las cinco de la tarde,
cuando la plaza se cubrió de yodo
a las cinco de la tarde,
la muerte puso huevos en la herida
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
A las cinco en punto de la tarde.

Siempre que entro en Lorca gozo de lleno. No habrá otro poeta que haya escrito con imágenes tan vigorosas como las suyas. La muerte puso huevos en la herida. Recuerdo a mi madre que decía cuando la matanza del cerdo: no dejéis abiertas las puertas que entran las moscardas (que no moscas) y cagan en los jamones y los estropean.  Cagar para ella era la forma de poner huevos en la herida de Federico. Los gusanos no salen así como así. ¡Y es que la muerte les resulta tan atractiva! Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, ¡vaya poema a un amigo que murió toreando!
Pero, a lo que vamos. A ese reloj le faltan cinco minutos para las cinco de la tarde, con lo que la muerte está por llegar. Además, y eso sólo lo sé yo por que allí estuve, ese reloj está parado. Serían las once de la mañana cuando hice la foto. Y en veinte minutos ni se movió un milímetro. Tenemos, pues, a la muerte en espera, a las cinco menos cinco de la tarde... y es que no podía ser de otra manera: CARPE DIEM. Vamos Horacio, acompaña a Federico:


Dum loquimur, fugerit inuida
aetas: carpe diem, quam minimum credula postero.

Mientras vamos hablando, se habrá escapado el envidioso tiempo:
goza del día de hoy, y no confíes mucho en el futuro.


Y vosotros, ¿ confiáis mucho en el futuro?
Yo ahora reescucho a Bill Fay, the never ending happenig, algo no se acaba nunca.
Salud.


The never ending happening
Of what's to be and what has been
Just to be a part of it
Is astonishing to me
The never ending happening
Of waves crashing against the cliffs
The falling seed the wind carries
The never ending happening
Souls arriving constantly
From the shores of eternity
Birds and bees and butterflies
Parade before my eyes
The never ending happening
Of the four winds changing direction
Nightfall stars sun rise again
Birdsong before the day begins
For some it's like tight-rope walkin'
Blindfolded and shaking
On either side fear and pain
For some it's like tight-rope walking
The never ending happening
Of war evermore and sore famine
Yearning for the day to be
When god will roll his stone away
The never ending happening
Of what 's to be and what has been
Just to be a part of it
Is astonishing to me


8 comentarios:

Tot Barcelona dijo...

Prefiero la introducción latina de Temps Fugit...Aunque las dos llevan relación.
salut

JosepMª dijo...

Metafísica estás.
¿Es que no comes?

El tiempo
y el espacio
(entre otras categorías menores)
marcan el límite
a nuestra
(menguada)
inteligencia.

Nuestras medidas son relativas.
Como no podemos abarcarlos
(son absolutos)
teorizamos
que son ellos los relativos.

Puede que los relojes,
sí sean blandos,
pero el tiempo es inmutable.
L@s efímer@s somos nosotr@s

Me voy a desayunar:
Una rebanada de pan de payés
Encima, una loncha de jamón
y otra de queso.
Al microondas
(dos minutos)
Media cebolla fresca.
Medio vasito de vino
(tinto)
Un generoso zumo de naranjas.
Dos tajadas de melón.
Y un café.
(¡Ay! Descafeinado y sin azúcar)

Carpe Diem,
que no quedan muchos telediaros…

Marga dijo...

Ays Lorca, siempre Lorca... el duende y no hay más que hablar. Gozo es la palabra que define sus versos, ajá.

Me ha encantado ese reloj jajaja, toda una paradoja de nuestra existencia. Lo que me recuerda que en el futuro confio lo justito, más bien lo ajustado.

Pero aqui estamos, no?

Tempero dijo...

http://www.divshare.com/download/24585093-06f

Y se quedan dormidas para siempre las horas caen en el pozo
cada reloj que toca su campana
ya sabe lo que es
y no se hace ilusiones.


Nuestro maestro Morente nos dejo interpretada esta Malagueña sublime donde en su voz la campana sí suena. Vaya como apuesta a tu Carpe Diem.

XuanRata dijo...

Ay, no se movieron las agujas en esos veinte minutos, pero sí su sombra: no hay reloj más profundamente exacto que un reloj parado pero expuesto a la inmisericordia del sol. Por suerte, a veces, vienen las nubes en nuestra ayuda y podemos seguir soñando.

Carpe diem y besos, Sofía.

Porverita dijo...

No podemos parar el tiempo como ese reloj, pero podemos hacer como si no existiera, igual que ese reloj.

;-)

Alonso CM dijo...

Pues sí, lo has clavao. Simbolismo por todos los sitios: el tiempo, la muerte, la sensación de incertidumbre, la velocidad, la vida agarrada a unas manecillas, los minutos deshaciéndose en una pintura casi perdida, las moscardas fecundando la muerte...
Me encanta esta entrada

Besos hedonistas

Ventana indiscreta dijo...

Se me fueron el tiempo y los santos al cielo. Gracias a todos, vuelvo a tener manecillas.