sábado, 29 de junio de 2013

Conjugarse




Yo tricoto, tu tricotas, el tricota, nosotros tricotamos, vosotros tricotáis y ellos tricotan.
Presente de indicativo: el tiempo verbal sobre el que no hay ninguna duda: estamos vivos.
Yo como, respiro, amo, detesto. Yo raigo o rayo (del verbo raer).
O yo me rayo (del pronominal rayarse).
Lo que sí me rayan son los excesos de cables que he visto en las ciudades latinoamericanas.
Estos están en Calama (Chile). Y yo digo: ¿no podrían tricotar con los cables una manga única?
Tricot existe: http://www.tricot.cl/
Yo roigo o royo los cables (del verbo roer).


A todos, especialmente a Josep.

10 comentarios:

Inés González dijo...

Ay mi niña Ud es muy inocente, claro que toda Latinoamérica está infectada de cables, y no sólo eso, atiborrada, saturada, de demanda, no sólo eléctrica, también telefónica y cuántos servicios más.
Hay ahí dos mezclas letales: la dependencias de las chupadoras multinacionales, que absorven pero no les interesa renovar, invertir, y la complicidad de los personeros de turno entreguistas de cada país.
Los buenos servicios son bondades del primer mundo, bueno aunque ahora con esto de la crisis igual también tenemos que tricotar a lo loco por acá.
besos pebeta

JosepMª dijo...

Cables.
De cobre.
De aluminio.
De fibra óptica.
Siempre hay una multinacional
que te echa un cable,
si tienes dinero para pagarlo.

Y si tienes más dinero,
no necesitas ni cable:
Dispositivos inalámbricos.

Todos queremos
aparatitos
(aparatazos)
electrónicos.
Sin cables.
Nuestros amos tienen la solución:
Coltán.

Pero, el problema es el mismo:
Ricos explotadores.
Pobres explotados.
Y, a éstos,
no hay dios que les eche un cable.
Ni en el primer mundo.
Ni en el segundo.
Ni en el tercero.
Ni en el cuarto,
que está dentro de los otros tres.

¡Ah!
Sofía,
no estoy seguro,
pero me parece que el coltán
no se puede roer.

Me encanta
cómo Inés
te llama:
Inocente.

Os quiero

JosepMª dijo...

No me resisto,
amigo@s,
a sugeriros esa web:

http://obsoletum.blogspot.com.es/

XuanRata dijo...

Al menos en esa fealdad se hace visible, consciente, la maraña que nos une, que nos ata, y que no deberíamos perder de vista.

Por cierto, y qué bien vista.
Besos.

Marga dijo...

Imagina, cómo estaré que había leído "estamos jodidos" donde pone "estamos vivos"... jajaja. Esta cabecita mía me trae de cabeza con sus lecturas rápidas, y casi siempre certeras. Estoy rayada, jau.

Las marañas de cables en Latinoamérica = los apaños indecentes de las hidroeléctricas y el consentimiento gubernamental y corrupto.Claro que el hecho de que aquí tricotemos más con nuestros cables no significa que apañemos menos. Distintas estéticas pero la ética... va a ser la misma. Me da.

Saludos uno del derecho y otro del revés

Ventana indiscreta dijo...

Inés, no me ofendo por llamarme inocente. Creo que conservar la inocencia es como partir de cero y en esta vida una puede estar harta de tanta garra al acecho. Pero no me asustan tanto esos cables como la diferencia que hay entre ricos y pobres. Al fin y al cabo los cables no son sino estética, porque funcionar funcionan. Me duele más ver decadencia y gente triste y necesitada. Y de eso en latinoamérica, no nos engañemos, abunda mucho.

Besos, pebeta senior.

Ventana indiscreta dijo...

Se me hace difícil precisar un cuarto mundo, Josep. Pero me valdría cualquiera de los mundos que se agregan a las megaciudades de latinoamerica. Claramente lo vi en Lima y en Ciudad de México. Pero ya veremos cómo acabará sosteniendo el primer mundo la forma de roer necesaria que tiene el cuarto mundo.

Ya había leído yo artículos sobre la extracción del coltan en el Congo. Mala me pongo de esa forma de abrasar a la población civil por unos minerales que no se roen. Reos somos al final sin haber cometido ningún delito. Bueno sí, el de la osadía.

Un abrazo muy grande, Josep.

Ventana indiscreta dijo...

Hace tiempo que sigo este portal, Josep:

http://abandonalia.blogspot.com.es/

el abandono de lo bien hecho es uno de los despistes imperdonables del ser humano.

A Tempero le gusta mucho esa temática.

Gracias por Obsoletum, sitio del que soy incapaz de leer sin parar esa música, que no está mal, pero que quiero escuchar cuando yo quiero.

Ventana indiscreta dijo...

Y qué bien vista esa palabra: maraña.
Y es que hay palabras que se desenredan según se ve o según lo que se ve.

Besos a ti, ojos de palabras.

Ventana indiscreta dijo...

No te veo yo a ti dándole a la lectura rápida. Como tampoco te veo llevando zapatos de Christian Louboutin. Pero tu lectura también ha sido un acierto: tan vivos como jodidos, aunque lo malo es el revés: tan jodidos como vivos.

Saludos en toda su extensión, Marga.