lunes, 2 de enero de 2012

Opciones



Han pasado algo más de tres años desde estas OPCIONES. Y ya veis, el tiempo no ha parado. Somos tres años más y las sandías siguen existiendo, aunque sean rayadas y sin pepitas. Yo, como dicen en mi tierra, las prefiero de secano. Y también las prefiero con pepitas para escupirlas a la tierra, por si germinan. Con el mismo texto de entonces os dejo, con la misma mujer fotografiada (de perfil ahora y sin el rosa). El cajón sobre el que se sentaba no sé si será en mismo.


La única opción del tiempo es no parar y de ahí su jugo. Y su juego. Acabadas ya las uvas y sus delirios nos queda la razonable espera. Y llegará. Sabemos que la tierra siempre derrama su fruto, cultivado o no. Será el calor quién nos derive hacia un bocado pacífico, hacia esa sandía balompédica. Saldremos a demorarnos entre el agua cuando la sombra sea el aguante del sol. Será de agradecer cualquier brisa que desmonte su tenderete para avanzar. Y el sol será fuego preciso a mediodía. Llegará. Mientras, agradeceremos la lluvia y el gesticular constante de los ríos.


La fiesta de Cora de Jorge Pardo de su disco Vientos flamencos


Dulce melonar, dulce melonar,
yo vendo melones dulces y sandías colorás,
lo bueno es que no te gusten
y así damos para más.