lunes, 10 de octubre de 2011

Desafío


Hay miradas que ya son fotos por sí solas. O si no son fotos, al menos son desafío. Siempre he pensado que una cámara es éso: desafío. Por eso es tan difícil disparar a los ojos sin que estos dejen de mostrar lo que una quiere: normalidad.

Oiga, que lo voy a fotografiar, como si no fuera con usted la cosa, usted siga mirando lo que quiera, o si quiere a mí, pero no se perturbe, que soy inofensiva, solo quiero registrar su rostro...

Esto lo digo muchas veces, no en voz alta sino en bajo bajo, yo sola me oigo. Pero los resultados no siempre son los deseados. El instante es primordial, la reacción puede variar en cuestión de mitades de segundo. Pero después de lo dicho, esta fotografía no me interesa por la mirada sino por como cambia al haber un elemento extraño: unas simples letras: Cyber. Solo por estas letras ya la foto se 'distorsiona'. No es la misma ni a que huele: el hombre se nos hace más extraño aún.

6 comentarios:

Tot Barcelona dijo...

Ciertamente es tal como lo dices ¡

JosepMª dijo...

Esta foto es metafísica.

Cyber.
¿Hay un piloto
en nuestra puñetera nave?
¿Nos dirigen?

¿A dónde nos dirigimos?

¿Puede ser real?
Virtual.

Una
de las respuestas
está en los ojos
del hombre.

Tal vez esté
en las manos
del hombre.

Lo simplificas
(al final)
con un (inquietante)adjetivo:
extraño.

Somos extraños,
y no (precisamente)
en el paraiso.

No abandones
nunca
tu objetivo...

alfonso dijo...


· Siempre es mejor disparar y después mirar. No puede haber vacilaciones... o se pierde el robado.

· un beso

CR & LMA
________________________________
·

Ventana indiscreta dijo...

Te veo muy cómodo, Miquel. ¿Y si te digo que es una estatua el hombre?

Saludos indagador de la Barcelona.

Ventana indiscreta dijo...

Esa es una foto de Fez, Josep.
Tus preguntas tienen algo de metafísico.
Puede que a ese sitio que nos dirijamos se llame hastío.

De momento no abandonaré mis dos objetivos: el de la pretensión y el de la cámara.

Gracias por acompañarnos.

Ventana indiscreta dijo...

En la fotografía periodística no hay vacilación: hay ráfagas.
En estas fotografías nuestras (las tuyas, las de muchos blogueros) hay mucho de consenso entre mente y dedo.
Pero conviene no entretenerse demasiado.

Besos.