viernes, 23 de abril de 2010

BBB


Ostras, un Rolls Royce. Éso pensé al doblar la calle. Con chófer y todo. ¿Quién será la esposa? ¿Dirán un sí hasta que el divorcio les separe?
Pero el asunto para mí no eran los desposados sino el impecable coche que como espejismo me traslado al Rolls. Afiné la vista a ver si veía la Victoria de Samotracia y nada. Aquí quieren dar el pego, volví a pensar. Bajé la vista y me sobresalté: BBB. A ver, decidme, qué si no: bueno, bonito y barato. Las tres B de que contaba el cochecito nupcial. Y fue darme la vuelta y recrearme en la matrícula y en su marca francesa: CITROËN.
Al final me di cuenta que en el costado de la iglesia, junto al porche (no la marca de coches, no confundamos más) alguien me observaba. Es lo que da el brillo: profundidad.
Y también pensé si el marido no acabará cantando lo que ya los castrati cantaban lo que ahora canta la sublime Cecilia Bartoli(ved sino los 15 segundos que emplea para decir 'speranza', minutos 1.45 al 2.00).








Geminiano Giocamelli (1692-1740)
Cecilia Bartoli

Sposa, non mi conosci....
Madre... tu non m'rammenti!
Cieli, che feci mai!
E pur sono il tuo cor...
Il tuo figlio... Il tuo amor...
La tua speranza!


Palra... ma sei infedel!
Credi... ma sei crudel!
Morir mi lascerai.. mi lascerai morir...
o Dio, manca il valor e la costanza.

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Mi esposa no me conoce.
Mi madre no me escucha.
¡Cielos, qué les hice!
¡Si yo soy su corazón,
su hijo, su amor
y su esperanza!


¡Les hablaré, pero no confían en mí!
¡Creo que son crueles!
¡Pues déjame morir, dejen me muera!
Oh Dios, mi confianza y fuerza ha sido
un error.