Bosque de fresnos entre el río Manzanares y el Jarama
Búfalos
Me veo en ese bosque
a la caída de la noche
como un acento desbordado
de silencio y añado
que el río era un cantor
constante, siendo
los búfalos la parte
del sueño más acusada.
Pertenezco a esa fiebre
llena de semillas
en plena dotación
de luces, sombras y,
por descontado, ante ellas,
no me queda sino
desplegar el asombro.
lunes, 25 de enero de 2010
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