martes, 19 de enero de 2010

Cuello


Estas dos perras conviven juntas aunque no lo parezca. La pastora es más vieja. La vejez es un grado, hasta cierto punto: en los perros hasta que uno es claramente mayor en volumen. Esos dientes son el aviso de mando. Unas míseras empellas (pellas de manteca) fueron el origen del aviso. 'Eh, que aquí mando yo'. Y la mastina como quien oye llover. El remate fue una pelea de feroces segundos hasta que el amo las separó. No anduve fina porque estaba cerca y me asusté pero os puedo asegurar que la mastina tenía cogida a la pastora por el cuello. El cuello, ese lugar tan sensible, tan irrigado.

Ahora propongo una visión de la foto como metáfora tras la escucha de esa hermosa canción de Marea titulada 'Pan duro'. Pertenece a su trabajo :'Besos de perro'.





Marea, 'Pan duro'

Arrugas que son surcos con retoños tiernos,
livianas como son los fardos de cargar los sueños
que tragan ruedas de molino y se les ven todos los huesos
,que saben que sus años tienen más de cuatro inviernos,

silencio por el techo, por los platos llenos,
silencio bañado en sudores de los jornaleros,
el sol lo han hecho sus jirones,
que saben lo que vale un beso,
que no quieren llevar los nombres de sus carceleros,

¿qué saben las tripas de puños cerrados?,
saben que las riegan los amargos tragos,
saben todo y más de tenerse en pie,
de la soledad,
saben porqué está siempre duro el pan,

monedas de tan sucias tan desdibujadas,
odioso tintineo en manos encalladas,
y son las patas de sus mulas
si el látigo se llama hambre
las dueñas de caminos que no son de nadie,

cerrojos al antojo de la poca hondura,
abiertos para dar paso a las herraduras
que dejan huellas que los guían para volver a desquitarse,
para no tener que rasgarse más las vestiduras.