domingo, 1 de noviembre de 2009

Trueque



Apenas les dejo esta sombra de un cardo, que no de un plátano*, pónganse a majar el poema del recientemente fallecido poeta Jose Antonio Muños Rojas. Háganlo cuidadosamente, todo es grano aunque no digo que no pueda haber un levísimo tamo. Si es así soplen ligero, a nada desaparecerá.

SUEÑO ADENTRO

Hoy ya que sólo queda la sombra y el recuerdo,
la sombra de los árboles saliendo entre la brisa
de aquel jardín en donde las horas iban lentas,
como un cielo de noche, sin noche y sin orillas.
Hoy ya que sólo llevo tantos pozos a donde,
si me asomo, contemplo las cosas que me miran,
la mano vieja, el tacto, la estancia grande y clara,
el silencio y la voz cantándome tranquila
mientras me voy perdiendo sueño adentro. En la calle
un silbido, unos pasos, un vuelo. No se olvida
lo que escriben los sueños en la sangre. Revive
por la noche y a veces nos hace por el día
tornar la cara. Llaman. Ay qué sombra tu sombra
en las paredes blancas, tu falda fugitiva
entornando postigos, dejándome embarcado
riberas de sueños, aguas del sueño arriba.
Hoy que todo se hace transparente y tranquilo
como el mar cuando está muy cerca de la orilla,
y latido a latido el corazón devuelve
la ternura hecha sangre que parecía perdida.
Todo torna a lo mismo. ¿No son sombras sabias
guardando los espejos, donde se vio algún día
aquella cara joven, aquella forma dulce,
aquel calor de ave en la mano? Prendida
de paso y para siempre clavado, para siempre
haciendo aquel instante. En lo hondo, a lo lejos,
¿este cuarto, este instante tus ojos no veían?

III, Sueño adentro, RESCOLDOS, J.A.MUÑOZ ROJAS, Ed. Point de Lunettes, Sevilla MMV


Y apenas hayan leído y majado el poema escuchen este aria de la ópera Serse de Händel. Este aria conocido como el Largo de Händel es un bello tema de amor… a un árbol.
Serse, Rey de Persia (papel para castrato y hoy aplicable a una soprano), se encuentra bajo la sombra de un plátano de su jardín y canta embelesado sus excelencias:



Ombra mai fu

Georg Friedrich Händel

Ombra mai fu
Nunca fue la sombra
di vegetabile
de una planta
cara ed amabile,
más querida, amable
soave più.
ni suave.
Ombra mai fu
di vegetabile
cara ed amabile,
soave più.
Cara ed amabile,
ombra mai fu
di vegetabile
cara ed amabile,
soave più.
soave più.



* Sólo pido disculpas por este trueque atrevido de cardo por plátano, pues Serse no hubiera cantado las excelencias de aquél vegetal con tanto lirismo como lo hizo bajo el plátano. Pero cardo era lo que tenía más a mano y, además, su sombra me parecía muy estética.