martes, 20 de octubre de 2009

Clavel




Amig@s, que una eche sapos y culebras por la boca y en privado nada quiere decir. A la hora de escribir me adecento y me lavo la boca. Que ningún rastro de bruja quede, que todos los conjuros se queden bajo tierra. No sólo disuado a las culebras. A este sapito le tuve que decir, anda hermoso, a la cuneta, que la fresca mañana ya va calentando. Había llovido en los inicios del verano y a la mañana el sapito acudió al camino. Buenos días. Son animales, los sapos, que están en peligro de extinción, son sensores de nuestro clima y, además, comen insectos y moscas, que sobran. Son animales a los que tengo mucho cariño y a los que no dudaría en entregarles un clavel, una rosa o una espiga. Y no por desesperada, sino por mi amor hacia ellos. Hala, aparta, que no te pillen.




Carlos Cano/José Menese


GACELA DEL AMOR DESESPERADO

F.G.Lorca

La noche no quiere venir
para que tú no vengas,
ni yo pueda ir.

Pero yo iré,
aunque un sol de alacranes me coma la sien.

Pero tú vendrás
con la lengua quemada por la lluvia de sal.

El día no quiere venir
para que tú no vengas,
ni yo pueda ir.

Pero yo iré
entregando a los sapos mi mordido clavel.

Pero tú vendrás
por las turbias cloacas de la oscuridad.

Ni la noche ni el día quieren venir
para que por ti muera
y tú mueras por mí.