domingo, 17 de mayo de 2009

Cobertura



Estamos en un templo japonés. Nadie perturba. Allí la sensación de armonía es un elemento más, incrustado. Una no tuvo esa sensación cuando estuvo. La tuve por comparación con el ruido, con la inquietud, con el escaso respeto que a veces se tiene donde vives habitualmente. Allí todo convive, si quieren, hasta con religiosidad. Pero no me interesa ahora este aspecto sino el corzo y el modo a como a él atienden. Destinadas ellas a navegar, a dedicar el reposo a un cordón que llamamos móvil aparece el corzo como una imagen insólita, como una naturaleza lejana, como una peluda ficción. Él sabe que allí todo el mundo es inofensivo. Éso lo sabe en un oler y abrir de ojos. Ellas, por un momento, llegan a dudar. El tiempo es de las ondas.

No quiero que de la naturaleza haya algún día escasa cobertura, es una sensación.