lunes, 27 de abril de 2009

Desarraigadas






Ya abordé a las primeras vides en la entrada titulada procesión haciendo referencia a la artesanía de la tierra y al rezo particular en la misma. Inés, gran amiga y excelente grabadora, me pidió la foto de esa entrada. Con urgencia se la di. No soy profesional y foto que me piden foto que regalo. Y mi foto derivó en esa taxografía que muestro en la segunda foto. Ella me la regaló y yo ahora decido mostrarla como muestra de profundo agradecimiento. Inés tiene un bello cuaderno dedicado a su obra: incisionesmúltiples. La entrada que os aparecerá es la penúltima. Alude en ella la 'Oda a la fertilidad de la tierra' de Pablo Neruda.

'Inquietas
son las semillas,
sólo parecen dormidas.'

Hermosa Oda, Inés, la que has escogido. Y dicha oda me sirve para enfrentarme a la tercera y cuarta foto. Si el título de Inés es 'Entraña verde' bien pudiera decir que estas dos fotos son entraña dolorosa. Por cuestiones de excedentarias de vino el gobierno ha decidido promover un nuevo arranque de viñas subvencionado. Y así las veo yo: arrancadas de cuajo, desarraigadas. El color más oscuro pertenece a la parte de la viña que ha estado sumergida durante medio siglo. Viñas de pequeños agricultores desmoronadas. Ellos no las percibirán así, ¿o sí? Pero yo sí, percibo desmoronamiento, dolor por esa labor artesanal sostenida sólo con el agua del cielo. ¿Nos estaremos equivocando con la Madre tierra?



Bersuit

Madre hay una sola

Ciudades gigantes, enormes cloacas
viajan torrentes hacia el mar, de un amor que huele mal. Como anunciándole al cielo, nuestro destino se ven las marcas de la muerte, por las ventanas del avión.

El progreso fue un fracaso, fue un suicidio
la ansiada prosperidad, fue el más pesado vagón.
¿Para qué un juicio final? si ya estamos deshechos
una explosión natural, hará una gran selección.

Yo te agradezco porque aquí estoy
vos sos, mi única madre, con alma y vida hoy venero tu jardín. Te agradezco aunque me voy avergonzado por ser parte de la especie, que hoy te viola en un patético festín.

No te libraste de nosotros.
Nuestra desidia fue por tenerte regalada, el creer que no valés nada. Estás pariendo hijos ciegos, estás cansada. Aunque tus lágrimas saladas, nos pueden ahogar si quieres.

Los pocos que te aman, no tienen fuerza.
Como reliquias se pasean, sólo paquetes de turismo son;
no hay más amigos que el sol, no hay más ofrendas,
sólo este ataque mortal, al medio del corazón.

Yo te agradezco porque aquí estoy
vos sos, mi única madre, con alma y vida yo defiendo tu jardín. Te agradezco aunque me voy avergonzado por ser parte de la especie, que hoy te viola en un patético festín.

Te agradezco porque aquí estoy