miércoles, 28 de enero de 2009

Incertidumbre



Olor entregado sin merma alguna,
sin vencimiento en toda la memoria.

Por unos días os dejo con este bodegón de membrillos. Mientras los tuve en casa elevaron su olor tan delicado como intenso. Hasta que se marchitaron. Antonino es dueño de la huerta donde está el membrillo de donde los recogí. Un árbol enmarañado, entregado ya hace años al abandono. También la huerta dejó de cultivarse. No canso de ver en mis paseos por el campo toda clase de árboles y frutales ya sin mimo alguno. Lo que antes abastecía a una familia de fruta y frutos secos hoy ya no se atiende, no se quiere. Aspectos como la nula dedicación y rentabilidad entran como fulminantes en la incertidumbre de esos árboles que dieron. Sólo digo incertidumbre. Mientras, tan naturales como los cogí los presento. Olerlos cuanto queráis y como queráis. La fotografía de hoy tiene ese límite. Cosa distinta la evocación a quienes ya los hayan olido alguna vez.