lunes, 26 de enero de 2009

Dilecta




Aún queda mucho para esos días polvorientos de verano. He de confesaros que la primera foto es una de mis dilectas. No sólo por el día que la tomé, un quince de agosto a las nueve de la mañana, fiesta en toda nuestra geografía, en la que suele haber a esas horas una parálisis general, sino por la serenidad que me transmite: el andar de los perros y su mirada avanzan con sencillez y bondad. El rebaño no se aturde y el pastor no se inmuta. Son de esas fotos que asumen en mí una cadencia lenta, ese estar a gusto.
He traído estas fotos por la referencia que un periódico hizo el otro día sobre las profesiones más demandadas: la de pastor, sobre todo en Castilla la Mancha. También se aludía a las profesiones más cotizadas. Probablemente con la estabulación todas estas imágenes sean ya sólo éso, imágenes. Y que palabras como garrote y morral nos abandonen.