lunes, 5 de enero de 2009

Microscópica










'Levanté la cámara, fingí estudiar un enfoque que no los incluía, y me quedé al acecho, seguro de que atraparía por fin el gesto revelador, la expresión que todo lo resume, la vida que el movimiento acompasa pero que una imagen rígida destruye al seccionar el tiempo, si no elegimos la imperceptible fracción esencial. No tuve que esperar mucho.'

Las babas de diablo, Julio Cortázar. (La negrita es mía)

No tuve necesidad de ir al estudio a revelar las fotos para darme cuenta que el libro que estaba leyendo el hombre de la foto era 'El diablo de la botella y otros cuentos' de R. L. Stevenson, pero sí que tuve que ampliarlas para advertir que lo que creí en un momento una botella de vodka no era sino un bote de espárragos, marca Lodosa y de denominación de origen. Sobre las bolsas podemos apreciar el origen, no su contenido. Quiéralo o no, el diablo tuvo que ver en esta secuencia. Cuando paseaba junto al Teatro Real y vi al hombre leyendo me dije: 'en esas condiciones y leer'. Pues sí, me senté en unas mesas de una terraza para sujetar la cámara y fotografiarlo. Y pasaba las páginas, y le vi con los ojos abiertos. A ver, Sofía, 'en esas condiciones y leer', pero tú que sabes de sus condiciones, por estar tumbado y apreciar lo que creíste una botella ya piensas que es un borracho tirado y que no puede leer, que sepas que aún borracho podría leer. Tienes razón, pero me vas a arremeter otra vez pues pensé, 'pero qué libro estará leyendo', yendo mi mente hacia alguna morralla comercial. A ver, Sofía, tú crees que un libro de ésos que tú piensas merecería estar tirado en la calle, son libros señoritos ésos. ¡Stevenson! 'El diablo de la botella y otros cuentos! Sofía, Sofía, mira más y piensa menos. Ya en casa recordé esa hermosa película de Michelangelo Antonioni titulada 'Blow up' donde su protagonista Thomas, fotógrafo profesional, descubre un asesinato tras revelar y ampliar unas fotos que había tirado en un parque londinense. Pero ya dije que el diablo andaba en esta secuencia del hombre leyendo. La película de Antonioni está basada en un magistral cuento de Julio Cortázar llamado 'Las babas del diablo'. ¿Lo veis, el diablo? La cámara de fotos, amig@s, se comporta a veces como un microscopio de precisión para analizar cada detalle, cada letra escrita, cada movimiento imperceptible que tú ni sabías que estaba ahí. Vista así, cada foto es como si entrase en un laboratorio de biología donde cada gránulo digital es un ser vivo.

Reconozco que esta fotografía ha sido para mí como un regalo con algo pendiente: no me conformaré con la foto y cuando pueda y no distraiga la nueva lectura del hombre iré a hablar con él. La 'almohada' sobre la que estaba recostado no era una almohada normal. Pero sobre eso no quiero ni pensar.

Os dejo como regalo este cuento de Cortázar de imprescindible lectura, más si quien lo lee es amante de la fotografía:
http://www.juliocortazar.com.ar/cuentos/babas.htm

Y otro regalo imprescindible es el cuento de Stevenson cuyo enlace también dejo:
http://es.wikisource.org/wiki/El_diablo_de_la_botella

Mejor leerlo en papel, por lo de la calma, la vista.
P.D. Yo haría lo que el contramaestre del cuento de Stevenson, no vendería ya la botella.