domingo, 29 de noviembre de 2009

Llueves



Bajo mi ventana, a las 10.30 horas del 29-11-2009


Presento una foto fresca, casi instantánea.
Parecía imposible. Llueve.
Eterna constancia del cielo, la lluvia.
La veo encararse hacia el suelo, no se lastima.
Llueve y remedia.
Lluvia y luz.
Suelo más acentuado con la lluvia.
Lluvia, su sonar a modo de rastro.



Mejor os dejo con este poema de Elena Martín Vivaldi

El Insomnio

A Antonio Carvajal

Llueves, la noche, llueves reclamando
mi atención, la mirada,
mi entrega a tu constante, entrañada,
pasión.
Llueves y llueves, lluvia de la noche,
lluvia que te proclamas vencedora
de la estrella más alta,
que pregonas, abates el silencio,
repitiendo tu nombre y tu destino
de palabra insaciable.
Llueves y llueves más,
cuelgas tus hilos
de un cielo recobrado
en tu sombra y acento.
Llueve tu acompasado ritmo sobre el tejado,
el árbol,
por las ramas,
la tierra,
en la carne,
en la ausencia.
Iluminas la noche y la oscureces.
Hablas y dices tu húmeda pregunta
al que insomne te espía.
Pero yo no respondo.
¿Qué me tiene
la frente dolorida, y sin espejos
donde encontrar el corredor que lleve
hasta el hondo lugar que se extiende en lo oscuro,
revelador de un sueño?
¿Por qué tu voz no es hoy
brillante azul,
liviana,
alegre, triste,
desvelada, mía?

¿Por qué no es puente, aroma
trayéndome el asombro de tus manos?

¿Por qué me dejas sola, con mis ojos
ciegos a la verdad que tú le siembras
a corazón sencillo,
al hombre que te escucha sintiéndose más tierra,
más árbol, más deseo,
más rama, más raíz
y más humano?
Déjame de tu nombre la inquietud,
guardada en el temblor de tu insistencia.
Que mañana la encuentre,
cuando el sueño
haya borrado este desasimiento,
y amanezca yo en ti,
ya luz y llama.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Trastienda 3



Respecto a la especie humana tengo una idea clara: su condición de mala nadadora, al menos la mayoría. De ahí los náufragos por doquier. Así que vas por la calle y es difícil que no te encuentres con uno. Pero hay una evidencia y es nuestra, también, condición de mástil. Nos hundiremos, sí, pero siempre asomará como último nuestro mástil y nuestra bandera. Este hombre, harto de sujetarla, decidió colocársela al cuello. Me pareció que tenía cara del 68. Aquel espíritu si está ya lejano. Lo que sí le noté, así de pasada, fue harto. Y mucho.




HARTO (ROSENDO)

¿Harto de qué? Si por mi fuera...aguanta friolera
Harto de sentencias crecederas que siempre se superan
Harto de escudos y banderas
Harto de ver como me lleva la corriente
Harto de siglas y fronteras
Harto de andar haciendo escuela,
gimnasia paralela
Harto de pasar la noche en vela
cuidando la cancela
Harto de nudos y asideras
Harto de hilar para sentirme inteligente
Harto de ser lo que se espera
Harto del bien y del mal,
de descubrir el pastel
y no escuchar más que sandeces...
De lo que queda que hacer
para volver a empezar
y repetirlo una y mil veces...
Harto de nudos y asideras
Harto de hilar para sentirme inteligente
Harto de ser lo que se espera
Harto del bien y del mal,
de descubrir el pastel
y no escuchar más que sandeces...
De lo que queda que hacer
para volver a empezar
y repetirlo una y mil veces...
Harto de aguantar al que domina
quemar adrenalina
Harto de seguir doblando esquinas
pisando catalinas,
pisando catalinas,
pisando catalinas*..


*Catalina: excremento humano.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Trastienda 2



A este hombre lo vi sacar un paquete de Celtas en la trastienda de la manifestación de los agricultores del sábado pasado. Cachisss. No me dio tiempo a fotografiarle mientras sacaba el cigarrillo de la caja. Todo no se puede, Sofía. Ya, lo sé, Sofía, pero es que no todo el mundo fuma ya esos cigarrillos. Al menos lo sacaste con el cigarro en la boca. Sí, si satisfecha estoy, mira, no ves cómo arroja los malos humos. Ya lo he visto, Sofía, pero le tenías que haber preguntado cuántas horas ha estado expuesto al sol, cuánto ha trabajado y sobre el humor que le queda.
De acuerdo, Sofía, éso haré la próxima vez para que no se quede tan colgada la fotografía.





Celtas Cortos

CARTA A RIGOBERTA MENCHÚ

Bienvenido, esta es la tierra de los sueños
cuenta y dime que es lo quieres soñar
con mi magia seremos dos compañeros
por tus sueños, si me invitas a pasar
Quiero ver la luz del Sol natural
quiero despertar sin temer morir
quiero caminar de país en país
sin tener que odiar a quien vive allí
Quiero amanecer en un mundo en paz
quiero resistir a ser infeliz
quiero enamorar a esa chica, si
quiero colorear el día que esté gris
Quiero cultivar un bello jardín
quiero despertar en un día feliz
quiero yo cantar mis deseos, si
y quiero soñar que son realidad
Quiero amanecer
quiero resistir
quiero enamorar
y quiero soñar

martes, 24 de noviembre de 2009

Trastienda 1




El sábado fue día de manifestación. En esta ocasión los agricultores y ganaderos. Las fotos de la multitud ya las tenemos en la prensa donde habitualmente nos convocan para la noticia. Unos dirán que si cien mil otros que si treinta y cinco mil. Yo diré que muchos unos. Siempre que hay una manifestación hay una trastienda interesante, lo que sucede alrededor, lo que una persona hace mientras escucha el mitin, la postura del otro, el despiste, el aprovechar para otra actividad, etcétera.
Veremos la trastienda de la manifestación durante unos días, a día por trastienda.

En este caso el señor estaba comiendo pipas. El justo momento de cachar. Tuve suerte. Concibo la fotografía muchas veces como éso: suerte. Pero hay que estar. Lo que no se planteó, seguro, el señor, es que esas pipas vendrían de Turquía a precios bajísimos. En Cuenca, mi tierra, antes se sembraba mucha pipa para comer. Ya pasó a la historia. Ya se sabe: no era rentable frente a la pipa turca. Como tampoco se es rentable frente a la almendra turca, o a la avellana. ¿Y los precios que allí cobran los agricultores? Ah, éso es otro cantar. Pero yo no he venido aquí a arreglar el mundo. Sólo os muestro la trastienda de una manifestación.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Cuadro



Sofía Columela
Óleo sobre arena.




Me pasa por encima la quietud de este cuadro.
Parcialidad otoñal en las hojas de los almeces.
Juego de calles solitarias.
La bicicleta con su inercia acumulada.
La blancura de la persona que guía el cuadro.
No interpreto nada más que la levedad de la obra.
No hay crepúsculo ni inocencia.
Sí favor de un agradable tiempo otoñal que nos seda a través de la pintura.




G. PERSIANI (1799-1869)
Ines di Castro

«Cari giorni»
Romanza de Inés

Cari giorni a me sereni
d’innocenza e di virtù,
foste brevi, siete spenti,
né a brillar tornate più.

Nel dolor è scorsa intera
la prim’ora dell’età,
mia giornata innanzi sera
nel dolor tramonterà.


Caros y serenos días
de inocencia y de virtud,
fuisteis breves, ahora habéis concluido
y no volveréis a brillar nunca más.

En el dolor transcurrió
el amanecer de mi vida,
y mi viaje hacia el crepúsculo
concluirá en el dolor.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Previsiones



Indican ante este mar las previsiones lluvia ladeada.
No nos sorprendemos, pues. Mi previsión sería,
la de ser deudora de la mínima parte de la costa
y pertenecer al día que llega, haciendo de todo
acopio, rumor ante todo, lluvia sin duda, pero,
como ya dije, sin nada fijado, tan sólo
fraguarme en el mar, como arquitectura imprevista.



ÁLEX SUSANNA

Naufragi

Plou, amor, sempre que véns,
i trona i llampega premonitòriament
com per avisar-me que rere teu
s’hi amaga una delicada tempesta
que pot fer estralls dins meu…
Arribes espurnejant de pluja
i caiem de nou l’un dins l’altre,
fins a convertir-nos per uns moments
en una sola onada de pell
que envesteix furiosa
la costa del desig…
Renaixem després nous i pletòrics,
i fixem llavors els nostres ulls
en els perills del cos de l’altre,
com per reconèixer els diferents esculls
amb què hem anat topant
al llarg del nostre periple…

El viatge de l’amor
vol tanta embranzida com càlcul:
si no, el plaer es deixata en oblit
i res no pot sorprendre’ns
perquè res no ha estat previst


Naufragio

Llueve, amor, siempre que vienes,
truena y relampaguea premonitoriamente
como para avisar que detrás de ti
se oculta una tormenta delicada
que puede hacerme estragos...
Llegas deslumbrante de lluvia
y de nuevo caemos el uno en el otro,
y únicamente somos los dos por un momento
ola de piel que rompe enfurecida
sobre la costa del deseo.

Renacemos después pletóricos y nuevos,
y fijamos entonces nuestros ojos
en el cuerpo del otro y sus peligros
como por comprobar los diferentes
escollos que nos fuimos encontrando
en nuestra singladura.

El viaje del amor
precisa tanto impulso como cálculo:
si no el placer se deshace en olvido
y nada puede sorprendernos
porque nada fue previsto.

Traducción: Luis García Montero y Jon Juaristi






O mundo era praia
e ti na varanda
sorrías ao pasar
igual que nun soño

Bañamos nas ondas
o noso desexo
varado frente ao mar
coa sede infinita do sal

Ven e saberás do meu querer
Ven e lavarei as mágoas na maré
Ven e lamberás o mel
Ven sobre a maré
Ven de vagar

As horas esvaran
na néboa da alba
e a auga baixa a man
da túa presencia

Aínda seremos
veleiros sen rumo
amantes sen aneis
golfiños que asoman do mar

Os faros sinalan
os lindes da alma
fiando sen parar
nas redes do infindo

Resoan os sinos
no espello dos ollos
na liña da maré
semella que estás a agardar

martes, 17 de noviembre de 2009

sábado, 14 de noviembre de 2009

Sed

Triangulacións

O ceo en dúas metades transfundidas
no teu útero amable sempre aberto:
ela e mais eu en comunión perfecta
entramos na túa vida
e habitámola.

Un triángulo iniciático e perverso
sero e sen sufrimento
fermosamente altruísta
e brutal.

xullo, 95

Lois Pereiro (Ver entrada anterior).



Mirar por mi ventana muchas veces es una opción de vuelo. Una tiene claro que la opción del cielo, de la estratosfera sentimental, es riesgo de caída. Alguien por aquí, por los cuadernos amigos, habló de riesgos, de ser al menos dos. Yo, de momento, soy una y libre. Una cometa, en cambio, es merced de viento y sujeción. Pero ver una cometa me inflama, me desparrama en su deseo. Ésa cometa y un tiempo de reposo me hizo pensar el siguiente poema, en el que dos se hablan, siendo yo una la misma:


Hagamos sed de lo aéreo
sin restringir el contrato con la tierra.
Dicho así, compañera, podrás
beber mucha altura, etiquetar
las semillas del aire que obren
en tus bolsillos. Sí, sed bendecida.
Sí, pero bien hablas del suelo,
de ese imán que adultera nuestros
pies de plomo. Bebida la tierra,
etiquetada con cordones.
Vale, un sorbo de aire
y me ato el vestido.







Speak low: permítanme un susurro.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Lois Pereiro



Ya sé que el pájaro que está posado en la chimenea no es un mirlo blanco. Cuervo más me parece. Cuervos como pájaros audaces y listos. Pero lo que no haré es criarlos, los ojos me son imprescindibles aunque ya quisiera yo su vista y su vuelo. Esta imagen está recogida desde la muralla de Lugo. Desde allí, los cuervos no sospechan sobre las intenciones perversas aunque, quién sabe. Eso sí, vayan andando por el campo y párense a 200 metros a observar un córvido: se les irá al instante.
Lois Pereiro es/fue un magnífico poeta de Monforte de Lemos. Poesía seca, honda sin decorado y directa es la que nos entrega. No sé que parte tendría este poeta de mirlo blanco o de cuervo si le tratásemos de identificar con una de esas aves, cosa que no haré. Lo que sí diré es su gratísima emoción al haberlo descubierto y, cómo no, su vuelo bajo y certero.
De su último libro extraigo este poema donde el amor y la muerte es preponderante en su temática, amor en todos los sentidos, amor reflexivo, amor pleno:

(Breve encontro)

Sobrevoabas un día o meu espacio aéreo
rozándome coas plumas levemente
e desaparecías cun rumor minguante
como a visión dun soño
fracasado.

xuño, 95

Lois Pereiro
'Poesía última de amor e enfermidade' 1992-1995
Ed. Positivas, Santiago de Compostela

(Breve encuentro)

Sobrevolabas un día mi espacio aéreo
rozándome levemente con la plumas
y desaparecías con un rumor menguante
como la visión de un sueño
fracasado.



Merlo branco que non voa
quere mans para tocarte
quere boca pra beixarte.

Merlo branco que non voa
e mireite na auga crara
mais eu vinte merlo branco

ah...

eu voando
e ti
voabas.




Merecerá la pena volver a Louis, que lo haré.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Rayos X / Rastro



Quienes tenemos un tercer ojo sabemos de la importancia de la luz para no tener controversias con el resultado. A la inversa de cuando se revelaba, que la luz era la aversión total al resultado, de ahí la luz roja y su poder para impedir el paso.
Una noche de estas vacaciones pasadas paseando hasta un faro me sirvió de sabrosa revelación lo ocurrido. Vi a esa gente que estaba pescando/pasando la noche/leyendo frente al mar. Placidez de una noche serena. Hablamos con ellos. Nos fuimos. Me dije: esto no puede quedar así. La luna que había era espléndida y ellos, además, se alumbraban con una pequeña linterna para no tropezar ante cualquier movimiento por las rocas. Así que con este surtido de luz adosé la cámara al suelo. Y ella solita hizo la foto. ¿Y qué vi? Mi cámara tiene rayos X, ve el rastro que dejamos al desplazarnos. De día no se nota, pero de noche, basta usar una cámara normal para ver el rastro. Porque al fin y al cabo sólo somos figuras que pasan y que se esfuman. Ya lo dice León Gieco. Y también dice:

A veces un impulso inicial
provoca la inercia y va a romper
con la movilidad misma
cualquier acto de fe.

Y os cuento ésto porque no me gustan los actos de fe y eso me hace moverme aunque acabe en rastro.

Os dejo con el reposo y la sabiduría de quien me acompaña más de en cuando que de en vez: Miquel Martí y Pol.

L'OBSCUR

Acluca els ulls i sentiràs encara
com batega la llum, luxuriosa.
Ara, como que el que toca és persistir,
no et podràs pas refugiar en l'angoixa
ja que tot té aquell deix de placidesa
que captiva els sentits. Per tanto, no et vulguis
gaire sotmès a res, fes per manera
d'oblidar els atzucacs i les temences,
posa més noms encara a les vellíssimes
imatges de l'enyor que et regeneren
la pell del sentiment i repeteix-te
les paraules que quasi has desaprès,
que quan l'obscur t'encengui la mirada
no et faci tornaveu cap llei de dubte.

LA OSCURIDAD

Cierra los ojos y sentirás aún
cómo palpita la luz, lujuriosa.
Ahora, como lo que toca es persistir,
no te podrás refugiar en la angustia
ya que todo tiene aquel deje de placidez
que cautiva los sentidos. No te quieras, pues,
demasiado sometido a nada, haz lo posible
por olvidar los callejones sin salida, los temores,
da más nombres aún a las viejísimas
imágenes de nostalgia que te regeneran
la piel del sentimiento y repítete
las palabras que casi has olvidado,
que cuando la oscuridad te encienda la mirada
no resuene en ti ninguna duda.

Después de todo, Ed. DVD poesía



Solo figuras

Leon Gieco

A veces es ponerse un disfraz
como resignarse a no creer
con la mente atada
a que nada va a cambiar.
A veces es no ver ni escuchar
como para no enloquecer
en la oscuridad misma
del cuarto en soledad.
Y veo enfrente un abismo
un pozo en el tiempo, una copa extraña
Y sé que ahora voy a beberla
entrar en su efecto, que siempre me engaña.
Pero el sol es sólo una llama
la tierra es una pantalla,
y nosotros sólo figuras
que pasan y que se esfuman.

A veces un impulso inicial
provoca la inercia y va a romper
con la movilidad misma
cualquier acto de fe.

Puedo ser mejor, más eficaz
decidido como lo fui ayer
para ir a buscarte
y dar una vuelta más.
Es creer en un final bien preciso
con fecha y hora, lugar y circunstancia.
Darse el lujo de los inmortales
que al paso del tiempo no dan importancia.
Pero el sol es sólo una llama
la tierra es una pantalla
y nosotros sólo figuras
que pasan y que se esfuman
Y nosotros sólo figuras
que pasan y que se esfuman
Y nosotros sólo figuras
que pasan y que se esfuman.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Trueque



Apenas les dejo esta sombra de un cardo, que no de un plátano*, pónganse a majar el poema del recientemente fallecido poeta Jose Antonio Muños Rojas. Háganlo cuidadosamente, todo es grano aunque no digo que no pueda haber un levísimo tamo. Si es así soplen ligero, a nada desaparecerá.

SUEÑO ADENTRO

Hoy ya que sólo queda la sombra y el recuerdo,
la sombra de los árboles saliendo entre la brisa
de aquel jardín en donde las horas iban lentas,
como un cielo de noche, sin noche y sin orillas.
Hoy ya que sólo llevo tantos pozos a donde,
si me asomo, contemplo las cosas que me miran,
la mano vieja, el tacto, la estancia grande y clara,
el silencio y la voz cantándome tranquila
mientras me voy perdiendo sueño adentro. En la calle
un silbido, unos pasos, un vuelo. No se olvida
lo que escriben los sueños en la sangre. Revive
por la noche y a veces nos hace por el día
tornar la cara. Llaman. Ay qué sombra tu sombra
en las paredes blancas, tu falda fugitiva
entornando postigos, dejándome embarcado
riberas de sueños, aguas del sueño arriba.
Hoy que todo se hace transparente y tranquilo
como el mar cuando está muy cerca de la orilla,
y latido a latido el corazón devuelve
la ternura hecha sangre que parecía perdida.
Todo torna a lo mismo. ¿No son sombras sabias
guardando los espejos, donde se vio algún día
aquella cara joven, aquella forma dulce,
aquel calor de ave en la mano? Prendida
de paso y para siempre clavado, para siempre
haciendo aquel instante. En lo hondo, a lo lejos,
¿este cuarto, este instante tus ojos no veían?

III, Sueño adentro, RESCOLDOS, J.A.MUÑOZ ROJAS, Ed. Point de Lunettes, Sevilla MMV


Y apenas hayan leído y majado el poema escuchen este aria de la ópera Serse de Händel. Este aria conocido como el Largo de Händel es un bello tema de amor… a un árbol.
Serse, Rey de Persia (papel para castrato y hoy aplicable a una soprano), se encuentra bajo la sombra de un plátano de su jardín y canta embelesado sus excelencias:



Ombra mai fu

Georg Friedrich Händel

Ombra mai fu
Nunca fue la sombra
di vegetabile
de una planta
cara ed amabile,
más querida, amable
soave più.
ni suave.
Ombra mai fu
di vegetabile
cara ed amabile,
soave più.
Cara ed amabile,
ombra mai fu
di vegetabile
cara ed amabile,
soave più.
soave più.



* Sólo pido disculpas por este trueque atrevido de cardo por plátano, pues Serse no hubiera cantado las excelencias de aquél vegetal con tanto lirismo como lo hizo bajo el plátano. Pero cardo era lo que tenía más a mano y, además, su sombra me parecía muy estética.