domingo, 20 de septiembre de 2009

Sostenibilidad

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No es una broma, amig@s.
Tengo muchos registros fotográficos para pensar sobre ellos pero hoy quiero describiros el que debí poner y el que no puedo por razones obvias: olvido de la cámara en un lugar del Atlas marroquí.
Nada mas iniciar la ascensión al refugio que luego nos llevaría al Toubkal hay un último pueblo llamado Amred, cercano a Imlil. El inicio de la ascensión discurre por el ancho curso de un río estacional que en épocas de deshielo puede llegar a unos 250 metros de anchura. Cuando el río es ya tan sólo un hilo no amenazante muchas personas cargadas de un azadón y una pala escarban para conseguir algo tan necesario como el pan. Recogen las piedras que amontonan en un pequeño cilindro que posteriormente utilizarán en la construcción de las casas. También recogen arena oscura que luego cribarán mediante el método más sencillo: traspasándola por una red metálica. Os visualizo: jóvenes escarbando hoyos para conseguir arena y piedra para construir. A mi amigo Antonio le comenté el hecho: 'hay que joderse, aquí todo el santo día para conseguir un carretón de arena'. Él, sabiamente, me contestó: 'es la única forma de hacer sostenible el planeta'. En sentido estricto creo que lleva razón. Y para hacer sostenible el planeta no hubiéramos viajado los que allí íbamos para subir un cerrito a 4167 metros. Pero yo no voy a definir la sostenibilidad como pretendían los organizadores de la Noche en Blanco dispuestos frente al Instituto Cervantes. Desde donde mejor se define es desde los lugares donde viven de un modo sostenible, donde lo que han hecho lo vienen haciendo desde hace muchos, pero que muchos años. Y yo, desde luego, nada hubiera escrito ayer (no lo hice) en esos letrones que había en la calle Alcalá donde uno descarga su conciencia de sostenible mientras luego coge el coche, fuma pitillos, y se da una ducha de agua calentita. Lo único que quería aquí era mostrar mi foto de sostenibilidad que os la describo y os dejo en paz:

Un chaval al que observo cómo recoge la tierra ahuecada en un hoyo. La recoge con una pala y la lanza a un montón hacia afuera para luego cribarla. La foto, al acecho, como muchas, rescataba al chaval en el movimiento de retroceso de la pala quedando sostenida la arena en el aire antes de caer en el montón. La figura del chaval estaba unos 70 centímetros sumergida en su hoyo.

Ésa era la foto. Ahora es una foto en blanco, en mi memoria. Una foto amada. Podré comprar otra cámara, que lo haré, mientras, el chaval seguirá sacando piedras y tierra hasta que el deshielo del Atlas enrase de nuevo el cauce.


18 comentarios:

JosepMª dijo...

Eres una caja (cámara) de sorpresas.
Me has tocado (como en el juego de los barcos)
Por lo sincero (aún sin imagen) creo que éste, es uno de tus mejores posts.
Seria una buena foto (como tantas) de las tuyas.
La describes al detalle:
Veo (con el alma) esa palada de arena.
Suspendida (un instante) en el aire.
Cribada.
Limpia.
A punto de hacer una casa.
Sostenible.

Tiempo ha, en mi pueblo empezaron a construir un edificio de tres plantas.
Con el pinchazo de las (prepotentes) inmobiliarias, se quedó en el armazón.
La ausencia de paredes (con techo)
deja entrar el agua de las tormentas.
Los metales se oxidan.
Los no-metales se empapan.
Y la grúa sigue ahí, en lo alto, dando vueltas a merced del temporal.
Como tantas se quedaron...
Como brújulas locas.
Sin norte.

Espero que se sostenga...

Un abrazo.

Shandy dijo...

Querida Manchega, siento que hayas perdido tu cámara, pero tal vez la mejor imagen es la que hoy nos describes con tus palabras. Yo tampoco voy a definir "sostenibilidad", porque soy de las que uso el coche, me fumo el pitillo y me ducho con agua caliente, mientras 3/4 del planeta recorren Km a pie para ir a la escuela o llenar una garrafa de agua.´Pero si voy a dejar un texto y la referencia a un libro que leí hace tiempo, "La convivencialidad" de Iván Illich. Hoy es difícil enontralo, pero por suerte, buscando la referencia en internet para dártela, he encontrado el texto completo. El libro fue escrito en 1978, pero muchas de sus reflexiones siguen siendo válidas.
Te dejo la dirección de la página:

http://habitat.aq.upm.es/boletin/n26/aiill.html
(La convivencialidad, Iván Illich)

"Las dos terceras partes de la humanidad pueden aún evitar el atravesar por la era industrial si eligen, desde ahora, un modo de producción basado en un equilibrio posindustrial, ese mismo contra el cual las naciones superindustrializadas se verán acorraladas por la amenaza del caos.
Cuando una labor con herramientas sobrepasa un umbral definido por la escala ad hoc, se vuelve contra su fin, amenazando luego destruir el cuerpo social en su totalidad.

En la etapa avanzada de la producción en masa, una sociedad produce su propia destrucción. Se desnaturaliza la naturaleza: el hombre, desarraigado, castrado en su creatividad, queda encarcelado en su cápsula individual.
El monopolio del modo de producción industrial convierte a los hombres en materia prima elaboradora de la herramienta. Y esto ya es insoportable. La degradación de la naturaleza, la destrucción de los lazos sociales y la desintegración del hombre nunca podrán servir al pueblo.

No es fácil imaginar una sociedad donde la organización industrial esté equilibrada y compensada con modos distintos de producción complementarios y de alto rendimiento. Estamos en tal grado deformados por los hábitos industriales, que ya no osamos considerar el campo de las posibilidades; para nosotros, renunciar a la producción en masa significa retornar a las cadenas del pasado, o adoptar la utopía del buen salvaje. Pero si hemos de ensanchar nuestro ángulo de visión hacia las dimensiones de la realidad, habremos de reconocer que no existe una única forma de utilizar los descubrimientos científicos, sino por lo menos dos, antinómicas entre sí. Una consiste en la aplicación del descubrimiento que conduce a la especialización de las labores, a la institucionalización de los valores, a la centralización del poder. En ella el hombre se convierte en accesorio de la megamáquina, en engranaje de la burocracia. Pero existe una segunda forma de hacer fructificar la invención, que aumenta el poder y el saber de cada uno, permitiéndole ejercitar su creatividad, con la sola condición de no coartar esa misma posibilidad a los demás.
Hay umbrales que no deben rebasarse. Debemos reconocer que la esclavitud humana no fue abolida por la máquina, sino que solamente obtuvo un rostro nuevo, pues al trasponer un umbral, la herramienta se convierte de servidor en déspota. Pasado un umbral la sociedad se convierte en una escuela, un hospital o una prisión. Es entonces cuando comienza el gran encierro. Importa ubicar precisamente en dónde se encuentra este umbral crítico para cada componente del equilibrio global.
Llamo sociedad convivencial a aquella en que la herramienta moderna está al servicio de la persona integrada a la colectividad y no al servicio de un cuerpo de especialistas. Convivencial es la sociedad en la que el hombre controla la herramienta"

Besos

virgi dijo...

Magnífica entrada. Lo describes tan bien, que consigo imaginarlo.
Chico, arena, cauce, pala, hueco.
Una pena la cámara, todo pasa por algo, ya te veo con la nueva sorprendiéndonos.
Besos...¿sostenibles?

Cris (V/N) dijo...

Que maravilla.... a veces una imágen no vale mil palabras.... enhorabuena, de verdad.... Saludos :)

Inés González dijo...

Sofía, qué pena más inmensa haber perdido la cámara, todos esos registros y huellas de ese viaje tan hermoso,no puedo conformarme con decir "por algo será" o "ya nos sorprenderás" no mi querida amiga, lloro ese extravío, ya sabes tu imágenes son agua de mayo para mi.
Un gran abrazo

Anónimo dijo...

El domingo 20 a eso de las 11 de la mañana perdí yo mi cámara (y de mi marido) con las fotos de las últimas vacaciones y las de la Borderea chouguardii dentro... el que cogiera el bolso de mi respaldo en un bar de carretera de Alicante supongo que no sabrá que son insustituibles...
En fin no pierdo la esperanza de recuperar algo...

Magnifica definición de sostenibilidad, Sofia

Pi

Ventana indiscreta dijo...

Josep Mª:

Presiento que esa sensación de tocado a la que aludes está en sintonía con la mía.¡Claro que procuro la sorpresa! De lo contrario no le encontraría sentido a lo que hago. Parto de una situación que me pervierte, la hago íntima y la transmito. No sé si algún día te hundiré, difícil. Eso sí espero asegurarte/aseguraros la emoción.

Respecto a las grúas: muchas esperan aquí en Madrid en terrenos y en dineros que la gente han invertido con la ilusión de un hogar. Pasan los años y los solares siguen sin grúas, cuerdas o locas. Es que este país no tiene remedio.

Abrazos, apreciado Josep.

Merce dijo...

Vaya... yo tambien lo siento, no es agradable perder algo que se quiere y mucho menos por lo que tus ojos hayan atrapado.

Tu foto de hoy, tu post, revela que a pesar de que vamos echar de menos tus imagenes, no será asi con tus palabras :)

Sigue haciendo de este lugar, un lugar sostenible como tu sabes :)

Bicos miles

Ventana indiscreta dijo...

Virgi:

Gracias. Lo describo tal y como lo recuerdo. Pero lo fantástico es vivirlo y sentir lo acelerados que vivimos en países como el nuestro.
No sé si acometeré alguna nueva fotografía en blanco de las que tire o pediré prestada alguna a algún amigo de los que nos acompañaron.

Los besos son sostenibles por naturaleza: son fantásticos y no deterioran nada. Vayan pues besos.

ybris dijo...

Estupenda foto aunque no se vea su imagen.
Es que en el fondo se trata de eso: de aprovechar respetando y no de arrasar.

Besos.

XuanRata dijo...

Tal vez sea algo demagógico, pero no puedo dejar de preguntarme si no será precisamente gracias a los hoyos que excava ese chaval que tú puedes comprarte una nueva cámara, ¿o estará desenterrando la que perdiste?

Una entrada escalofriante al corazón de un desierto que está mucho más cerca de lo que creemos.

Ventana indiscreta dijo...

Cris:

No sólo una imagen no vale más que mil palabras (al cubo los tópicos) sino que te diría, por mi escasa experiencia, que el hecho es lo que vale y que cuantos más participen de él, pues mejor. Lamentablemente (o afortunadamente)no vivimos todos los hechos que nos hacen/harían pensar y nos los tienen que narrar/fotografiar/captar con imágenes.
Acepto tu enhorabuena, dos veces como máximo.
Gracias y besos.

Ventana indiscreta dijo...

Inés:

No te preocupes. Tengo texturas, razonamientos, fórmulas contra el aburrimiento, proporciono sensaciones, etc... Lo que no soy es médico, por cierto, ¿cómo vas? No te preocupes por mi cámara, he encargado otra similar para afinar más. La sorpresa la da la vida, o la vida te da sorpresas, como canta Rubén Blades.

Te llamo un día de estos y me cuentas. Y, por supuesto, te cuento, que tengo mucho que contarte.

Besos cuídate mucho, Inés.

Ventana indiscreta dijo...

Pilar:

Te voy a lanzar un órdago a tus Pirineos y a tu Oroel. Cada montaña tiene su singularidad, sus riesgos, sus encantos, su vegetación. Pero, ojo, el Atlas, es la montaña del silencio. Coronas el pico más alto, el Toubkal, a 4167 metros, y descubres que la montaña es de una indolencia abismal y que tú eres una mic@ que allí lo único que tienes que hacer es mirar y respetar. Sobre todo respetar. Te diré de su escasa vegetación. Y te diré qu logre fotografiar una papaver, sí, en cristiano 'amapola' anaranjada a 2400 metros. Y una 'matricaria' a 3700 metros. No obstante no os las puedo mostrar y, aunque os las mostrase, tendríais que creerme, pues las cámaras no reflejan la altitud, que yo sepa.

Besos posibles y ánimo.

Ventana indiscreta dijo...

Merce:

No dramatices, Merce. Fotos tengo muchas y, ademas, podría recuperar fotos del Atlas de compañeros que fueron conmigo. Pero no lo haré. Haré alguna otra entrada en blanco, descriptiva a mi manera.

No obstante, la nueva cámara pronto vendrá.

Miles de besos.

Ventana indiscreta dijo...

Ybris:

No lo dudes. Era una magnífica foto y no por que yo lo diga sino porque sentía verdadero entusiasmo por ella. Ves la situación, andas, observas, piensas y captas. Y al final te sale como querías. ¡Chapeau!

Arrasar. Qué culpa tendrá este verbo que con sólo pronunciarlo se quema el consuelo.

Besos.

Ventana indiscreta dijo...

Xuan:

No por éso me puedo yo comprar la nueva cámara. De lo que no dudo es de que si allí entrasen las Carterpillar el cauce del río no sería el mismo y todo estaría más degradado. Qué sólo una parte de la población estamos destinados a ser NO sostenibles tampoco lo dudo. La sostenibilidad es pura demagogia nada más plantearla. Acude al sector que quieras y lo verás.

Siempre la estará desenterrando. Eso no dejaré de pensarlo. Lo mismo que el desierto. ¿No viste dunas entre la gente que te rodea? Yo sí, a veces estoy encima de la duna.

Besos.

Ventana indiscreta dijo...

Shandy:

Si te diría que dejases de fumar, pero ya sabes, menos cultivo de la hoja de tabaco y menos cajas de madera para los que mueren ce cáncer de pulmón. Y en cuanto a la ducha, el agua fría riega mejor. Y, bromas aparte, agradecerte el enlace de 'La convivencialidad'. Siempre pensaré después de leer el texto que me mandas que la Sensatez de acoge más a una verdad utópica que a una realidad. Y es que rebosa sensatez el texto y lo que sobra es exceso de realidad. ¿me entiendes?

Besos.