lunes, 22 de junio de 2009

Re





Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.

G.A.B.

¿Sabéis cómo se viaja hasta el país del sol?...
¿Sabéis dónde se encuentra la eterna primavera,
la fuente del amor?...

A.S.

No me voy a quedar yo entre la pesadumbre de las citas. Alzo más mi vista y dirijo el ojo a la única tratante del verso, a la elocuente y mínima soprano de la mañana. Los pueblos castellanos son así: llenos de pentagramas que, siendo feos a la vista, al oído transmiten el deseo de posarse. El amanecer silencioso puede convertirse, cuando el sol está en plena clave, en el más mínimo y estupendo concierto. Un re en este caso: presentación, interpretación y saludo. Después el pueblo continuará su silencio y el amor habremos de seguirlo imaginando con o sin golondrinas.


8 comentarios:

Tomás Beldad dijo...

Tengo alguna foto similar a las que expones; el cielo tiene un azul menos intenso, no hay tantos cables como para formar las lineas de un pentagrama y dudo que de haberle acompañado de un texto me hubiese salido algo tan lindo como lo que escribiste.
Saludos.

Inés González dijo...

Cuánta delicadeza en esta entrada, las fotos con ese cielo azul cerúleo y el concierto de los pájaros aderezando las imágenes, pero difiero contigo, no son feos estos pueblos, a pesar de lo urbana a rabiar que soy siempre me han calado el alma los pueblos castellanos, tienen algo incomparable y es la luz, y los múltiples matices del paisaje, los tierras, los sienas, los ocres y los amarillos de nápoles sólo se encuentran en estos pueblos, mi cabeza del verde subtropical y selvático siempre le estará agradecida por estos registros cromáticos.
un abrazo niña

Araceli Merino dijo...

Maravillosa, maravillosa... me encantó. De repente tu blog empezó a sonar... con la primera nota del modo dórico que es el que en su versión moderna de re menor acostumbra a ser muy habitual en la música sacra. El Requiem de Mozart, la novena de Beethoven empiezan igual que tu entrada.

Shandy dijo...

Plas, plas, plas… Vaya el primer aplauso para la artista cantora -anda que no tiene gracia la reverencia que se marca-, y un segundo para la autora de esta singular trilogía.

Y contestaré a tu última pregunta:
En Galicia hay unas flores muy bonitiñas llamadas “Herbas de namorar”. Crecen cerca de los acantilados de nuestras costas. Pero las que de verdad sirven para conseguir el amor del amado, son las que nacen cerca de la ermita y la fuente que está en San Andrés de Teixido. Según reza la leyenda “A San Andrés de Teixido has de ir de morto se non vas de vivo”. Así que dona Sofía: a remar, namorada.
Por cierto, no desaproveches esta noche de San Xoán: pétalos de rosa, Herbas de namorar, saúco, hojas, romero, lavanda… Y deja que el rocío de la noche las acaricie. Por la mañana, lávate la cara con ellas y pide un deseo.
Como sé que conseguir Herbas de namorar no te va a resultar fácil te dejo un ramillete:

http://www.fotonatura.org/galerias/fotos/159757/

virgi dijo...

Una nota, un pájaro, una cuerda, un acorde, alguien que observa, un click, un sonido, un leve aleteo...y zas! nos lo ofrece.
Besos a tu perspicacia

Merce dijo...

Sorprendente jajaja eres sorprendente!

Que bueno ser pajaro y volar, mmmm a estas horas ya se me vuelve a ir la pinza...

JosepMª dijo...

La primera fotografía.
El pentagrama.
El azul.
Y la golondrina:
El Re.
La nota que es (a la vez) blanca y negra.
Solita
en este mundo de alto voltaje...

_que la memoria no tenía caminos de regreso, que toda primavera antigua era irrecuperable, y que el amor más desatinado y tenaz era de todos modos una verdad efímera.
GGM.

Carmen dijo...

me parecen oportunas las citas Sofía, tus palabras que las redondean y le dan más calado, los comentarios fotográficos, cromáticos y arquitectónicos, pero como soy una amante del amor leo y (re)leo tu último punto