miércoles, 15 de abril de 2009

Peep toes







Querido Manolotel que en silencio te hallas: estos son los pies reveladores. No son pies, son zapatos y zapatillas. Dices que somos como caminamos. Envido, Manolotel, somos como nos mantenemos quietos, ¿o no? Caminante, hay camino, quédate a mirar. Y me quedé. De las procesiones que vi no me interesó casi nada, todo dios con sus gafas de sol. Por dios, mi ley: los ojos dados al sol, enfrentados a las nubes, demoliéndose en la verdad. Cada vez creo más en la máscara que se oculta tras las gafas. Ray-ban por aquí, ray-ban por allá, rictus serios y cruz por garrota. Y de las mujeres, qué te cuento, modelitos y de via crucis. Cuando vi a la de los peep toes me dije: síguela, que destaca, esta procesión promete. Modelito a la última, tirabuzones de hora y media de peluquería. Fashion total, que sí. Y allí estaba, antes de entrar en la iglesia, entre la multitud, viendo a los pseudo-legionarios. Pero rescaté más zapatos entre las asistentes. Y zapatillas. Los zapatos de los hombres son anodinos, todos iguales. No destaqué ningún rostro, bueno el de la de los 'peep toes'. Quizá fuese obsesión mía frente a tanto calvario.

8 comentarios:

Merce dijo...

Vaya seleccion zapatera... y pensar, que en toda la semana santa yo no me he quitado mis botas de trekking :) (bueno solo en los momentos necesarios jajaja)

Batibiquiños

Shandy dijo...

Vade de Retro, Satanás!Pero qué coño haces tú mirando al suelo en vez de mirar al cielo? Si es que tú no tienes perdón ni de Dios ni de los Romanos ni de mí ni de nadie, ni siquiera de la borrica ni del santo Cristo del Perdón, que te cuelas en las procesiones para esculcar hasta los bajos del personal,que hasta guichas y acechas los calcaños, Jesús... que nirando las fotos de arriba a abajo,me encuentro con la cuarta! y yo, que veo?! Ay, no, no, que me equivoqué,que me traiciona la vista y al final se me adelgazan los muslos en pantorrillas y ya veo claro que rematan en unos Glamourosos Peep toes, los de Marilin, los de la Aguilera, los de la J. López, que ni el lacito les falta, tú, para dar el toque chic y elegabte que requiere la ocasión...
Pero dónde están las zapatillas? Dónde?
Y eso de que los zapatos masculinos son todos iguales, ahí si que no anduviste con ojo, que de eso nada. Que es como decir que todos los culos de los tíos son iguales. Lo siento, pero no. Fíjate, fíjate y verás como por los zapatos, también se les reconoce. Vaya que sí!
Besos desde unos Peep toes, Ay, que me caigo!

manolotel dijo...

¿Somos como estamos quietos? ¡Que otra cosa puede decir una fotógrafa! :-)

Un árbol, un paisaje, son como están quietos (que tampoco del todo) Una persona es como camina: con la decisión que lo hace, donde dirige la mirada mientras lo hace, como mueve los brazos... Espera, voy a buscar algo.

Este es un viejo poema que en su momento tenía su aquel. Te lo presto por unos días (luego lo borro que es muy cursi) Lo titulé, precisamente:

UNOS PIES

¿Acaso un pie conoce
una calle, una esquina y las seis de la tarde?
¿Puede un pie recordar una huella borrada?
¿Y un perfume, un sonido?
¿Puede un pie, por si solo, caminar a tu puerta?
Convengamos que no,
Que el cuerpo es inconsciente;
Es más: que no sabría
Pronunciarte si alguien no le obligara.
Pero es verdad, también, que su dueño no debe,
No puede ser ese que acecha el aire de tu falda.
De sobras me conoces… Un hombre respetable…
De seriedad sin merma… Y pies…
Y pies con hambre del polvo que levantas
A las seis de la tarde, cuando sales
Encalando de luz la calle donde pasas…
Pies detrás de la esquina que cruzas sin mirarme
¿Quién miraría unos pies
por mucho que siguiesen o esperasen?
¡Solo los ojos que habitan las persianas!
Pero nunca esos altos luceros de los tuyos
Que elevan cuanto tocan
Con la luz encendida de tu gracia.
Sí. Ellos son. Mis pies que te conocen
Que saben encontrar lo que mi agenda calla
Los que tienen la clave de mi reloj de sangre
Los que ciegos, de espaldas, contra toda razón
Podrían sin duda
Revelarse ante ti, tarde tras tarde.
Sin que tu te fijaras.

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¿Tu sabes que los zapatos con pletaforma, hace algun tiempo, se pusieron de moda también para hombres? Todos escondemos algún secreto inconfesable... Y hasta aquí puedo leer :-)

En cuanto a la Semana Santa, creo que ya me he expresado en otro sitio, para el que le guste es un espectaculo digno de ver y de sentir, cada uno a su manera. También hay mucho fanatismo.

En la de Sevilla la foto de las alpargatas de los costaleros es un clásico.

Un beso.

Ventana indiscreta dijo...

Merce:

Andar por el monte reporta, seguro, más beneficios que el estar a pie quieto y elevado.
A veces mis zapatos son de reptil que no de cocodrilo, lo digo porque, como ojos, reptan en busca de lo que el suelo o su cercanía puedan dar.

Batibiquiños.

Ventana indiscreta dijo...

Shandy:

Ya te digo que mi calcaño de Aquiles, jo, qué mal suena éso, bueno, que mi talón de Aquiles es la vista, la ollada de allí, de vuestra tierra. Ya ves, miro al cielo y me recortan una foto de pelos encrespados que no veas, miro al suelo y un festín de tacones aparece con su glamour incluido.
Zapatillas, las del inicio y, zapatos, te diré que hay ciertos sitios que de los mocasines no salen.

Te devuelvo esos besos a-pañaos.

Ventana indiscreta dijo...

Manolotel:

Joder, Manolotel, ya Federico me hizo restregarme mis tripas poéticas a las cinco de la tarde y ahora vas tú, una hora más, y nos añades la emoción de la pisada, el hueco de los dedos, el puente amoroso de los pies que:

Podrían sin duda
Revelarse ante ti, tarde tras tarde.
Sin que tu te fijaras.

Y de cursi nada. ¡Ni se te ocurra borrarlo!, lo pego de nuevo.

Besos andantes.

comunllum dijo...

A mi la semana santa me hace sentir lo que seguramente no pretenden los que "procesan". Pero al menos me hacen sentir algo... Supongo que en parte cumplen su objetivo.

mirada dijo...

Me vengo a enterar ahora de lo que son unos peep toes, jajaja...
Me quedo con la elegancia de unas buenas piernas, seguras y firmes caminando con zapatos descubiertos de punta como a pie descubierto.