martes, 24 de marzo de 2009

Pensamiento



Aunque fuera un día de mucho viento puedo asegurar que sí pienso. Quienes no piensan, entre otros, son los que ya no están. No siempre los cipreses se ciñen a los cementerios. Los que se ven están junto a la M-30 madrileña, a la altura de Méndez Álvaro. Muchas veces el ruido acusa al silencio de intermediar en su acoso. El silencio va más allá, calla simplemente. Lo que sí es el viento es una voz declarada al silencio y que gusta escucharlo, aunque por unos instantes no pensemos.



Canción: Sopra Demais o Vento
Intérprete: Camané
Composição: Fernando Pessoa

Sopra demais o vento
Para eu poder descansar ...
Há no meu pensamento
Qualquer coisa que vai parar


Talvez esta coisa da alma
Que acha real a vida
Talvez esta coisa calma
Que me faz a alma vivida ...


Sopra um vento excessivo...
Tenho medo de pensar ...
O meu mistério eu avivo
Se me perco a meditar


Vento que passa e esquece
Poeira que se ergue e cai ...
Ai de mim se eu pudesse
Saber o que em mim vai! ...

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Cando sopra de máis como dicía Pessoa, o vento é tolemia pura, embárrame a cabeza, non me permite pensar coa razón.

Shandy dijo...

Sofía, hay una película (del argentino Eduardo Mignogna) titulada El Viento. En ella "sopla demasiado", parece querer impedir que sus personajes recuerden, un Fado fatal que quiere imponerse. A pesar de ello los personajes se sobrebreponen al dolor Y consiguen recordar.
En un cuento de Dino Buzzati que lelva el mismo título, El viento se interpone en la conversación de una pareja impidiendo la comunicación en algunos momentos. El viento arrastra y enmudece parte de las palabras de Él y de Ella. A veces juega como aliado, no les deja escuchar lo que no quisieran oír. Otras es su enemigo.
Precioso el texto de Pessoa, la interpretación de Camane y esta reflexión tuya. Parece que es sencilla, pero no lo es tanto.

Merce dijo...

Exacto, no siempre se ciñen a los cementerios, tambien como señal de sobriedad a la puerta de una casa grande, un pazo, una rectoral...
A mi me imponen un poco, debe ser por que solo los relaciono con el silencio absoluto, con la soledad.

Batibiquiños.

Inés González dijo...

Estos pinos con su cabeza en las nubes me remitió directamente a unas bellas serigrafías del artista holandés radicado hace años en Monterrey, México, Jan Hendrix, en ellas tb la soledad casi metáfisica los contiene, me gustó mucho esta foto truncada, será porque obvia el amarre a la tierra y se dejan simplemente volar...
un abrazo

Ventana indiscreta dijo...

Unha persoa:

Tolémicos (locos de remate) están muchas personas por no escuchar el viento que sopla de más.

Besos obrigados.

Ventana indiscreta dijo...

Shandy:

O vento que pasa.

Tendré en cuenta lo que me cuentas y, respecto a la sencillez, creo que lo es y tanto. Escribir elaborado con sencillos ingredientes, que diría el cocinilla literario.

Besos acechantes.

Ventana indiscreta dijo...

Merce:

A mí el ciprés me gusta, me atrae su seriedad, su sombra alargada. Lo que no me gusta es que nos hagan creerlos representantes de esos horrendos lugares llenos de lápidas.

Batibiquiños.

Ventana indiscreta dijo...

Inés G.:

No son pinos, son cipreses. Miraré esas serigrafías que dices. Respecto a lo del truncamiento, no te lo repito ya, pues lo sabes.

Besos serigrafiados.

Inés González dijo...

Acabo de leer tu respuesta a mi comentario Sofía, gracias por la aclaración, como ves mis estudios de botánica no son muy profundos que digamos, lo de los besos serigrafiados está genial, me imagino a las personas besándose a través de las pantallas de seda que se utilizan para estampar las imágenes en serigrafía, podrían pintarse los labios con tintas al agua para no intoxicarse e imprimir las huellas, un nuevo y novedoso método! Sí que eres creativa niña!

Araceli Merino dijo...

Una tentación para este haiku del poeta japonés Ransetu (del s. XVIII):
El viento de otoño
Mueve la persiana de bambú
Y mi corazón.

Ventana indiscreta dijo...

Araceli:

Si de eso es capaz de mover el viento, pues genial. Gracias por traer a gente desconocida como ese japonés.

Besos acechantes.

virgi dijo...

Hermosa reflexión la del viento y el silencio, sí, sí.
Que el viento no nos distraiga de escuchar nuestro silencio.

José de Braña dijo...

Que distinto se ve todo cuando consigues disfrutar sin pensar, cuando te dejas llevar.
Bien llevado, bien traido, bien recibido, bien hallado, bien encontrado...