jueves, 22 de enero de 2009

Inquietud




'¿Qué son los derechos del hombre y las libertades del mundo sino peces libres? ¿Qué son todas las ideas y opiniones sino peces libres? ¿Qué es en ellos el principio de la creencia religiosa sino un pez libre? Para los ostentosos contrabandistas palabreros, ¡qué son los pensamientos de los pensadores sino peces sueltos? ¿Qué es la gran esfera misma sino un pez libre? ¿Y qué eres tú, lector, sino un pez libre y también un pez sujeto?

Moby Dick / Herman Melville / Capítulo LXXXIX

'El deseo instintivo de perderse
por una suprema interrogación,
el creativo impulso de saber
qué existe al otro lado del telón.'

Cartas desde el infierno / Ramón Sampedro / Extracto de su poema 'El regreso'

No es un corte transversal del cerebro la primera foto. Es un simple detalle de una roca junto a la playa recogida en la segunda foto. La playa de 'As Furnas'. Veo esa roca con su proa hacia la arena. Como una proa son también esas cartas desde el infierno que escribiera Ramón Sampedro, a raíz de encallarse en la arena de esa misma playa. Para el suicidio están los peces libres. Quise acercarme a este lugar ya no para ver el mar y sus hermosas rocas sino para sentir el lugar que fingió ser amable a alguien que lo conocía tan bien como Ramón. Si se lee a Ramón y se le oye, si se le oyó, ese lugar provoca inquietud. Puede que una de las facultades de la fotografía sea la de la conmoción. Con matices similares, prefiero que una foto me inquiete.

7 comentarios:

Merce dijo...

Segun la vi, supe que eran mis amadas Furnas. Hace años que conozco ese lugar, la laguna, el rio, el puente, la gente. Siempre dije que por error naci en el interior, pues adoro el mar, y este lugar en particular, creo que siempre estuvo en mis sueños.

Me gusta sentarme en la furna cuando hay mareas vivas y sentir su fuerza salada. Le llaman traidora a su playa, no, no lo es, avisa, quien conoce el mar, respeta.

Antes casi nadie sabia de esta playa, apenas 10 o 20 coches un domingo. Paz.

Camino de Serans, puedes meterte al medio de la playa sin pasar mas alla de la zona delimitada de regeneracion. Y desde luego es un placer.

Me alegro que la conozcas :)

Bicos

Merce dijo...

Se me olvidaba, a modo de curiosidad, enfrente, una pequeña cala que se puede divisar y que parece inaccesible, pero no lo es, se encuentra la "Playa das Conchiñas", no tiene arena, solo se puede ver con marea baja, la arena es sustituida por todo tipo de bivalvos ya muertos que arrastra la fuerza del mar, es impresonante. Desde las Furnas, si no hay niebla se puede ver hasta Finisterre.

Maitena dijo...

el alba me ha traido hasta aqui, me ha gustado mucho lo que he visto y leido.
Un abrazo

jg riobò dijo...

Impactante sentir la roca que puede postrarte en vida.
Da gusto que tengas en casa a un admirador, que te publicita en prensa.

XuanRata dijo...

Un lugar puede transformar nuestra vida. Pero también nuestras palabras o nuestras experiencias pueden transformar un lugar. Después de Ramón, ese lugar ya nunca será el mismo.

JosepMª dijo...

Después de leer tus comentarios y las citas (Herman Melville y Ramón Sampedro) estas fotografias, además de ser inquietantes, son contundentes.
La primera, íntima (abstracción)
La segunda, inmensa.
Para preguntar el mismo Qué.
El Qué de todas tus fotos.
O un Quizás (?)

Las fotografias que te comento, las guardo en mi archivo, en una pàgina con tu nombre:
Esta página, abierta, es como un Mandala de serena reflexión.

Anónimo dijo...

El mar no inquieta, el mar atrapa, te quedas mirando y sin ánimo ninguno de perder la vida, quieres dejarte llevar por esa belleza acariciadora, así es.
Has trasladado muy bien la inquietud de saberse al otro lado.
Me gusta mucho como lo haces. A veces puede más el texto, otras la fotografía, muchas veces van al unísono. Eres genial, Sofía.