sábado, 29 de noviembre de 2008

Turística



El atractivo turítico estará muy asociado a ese mar cálido y en calma. Pero la soledad que evoca la lluvia, su tristeza para muchos, jamás será tenida en cuenta como reclamo. Como si la lluvia penalizase a unas vacaciones. Pues ahí tenéis la lluvia en esa plaza cordobesa tal que un diecisiete de agosto del dos mil seis. Lluvia abundante. Acercarse a la lluvia fotográficamente es acercarse al suelo e indagar sobre el rebote de todas sus gotas. Y no será triste para mí la lluvia, y no me veré sola: solo el verla y sentirme cercada.

6 comentarios:

Mariluz dijo...

Pues claro que tiene su encanto poder ver estos sitios tan vacíos, cuando generalmente están llenos de gente. Y encima, con las gotas de lluvia rebotando, como muy bien apuntas, y esos reflejos tan bonitos en el suelo mojado.
Muy bonita foto.
Un saludo!

Anónimo dijo...

Así me gusta Dubi, debajo de los soportales, enseñándonos es agua cordobés.¡Qué poca gente había!
Saludos, Mamen.

Bruxo dijo...

Por el norte aunque parezca mentira nos gusta la lluvia, la tormenta y el frío.

Araceli Merino dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Araceli Merino dijo...

Comparto tu reivindicación de la lluvia como un elemento atractivo y evocador... como todos los que integran el magnífico gran espectáculo de la naturaleza. Bella toma.

Merce dijo...

Estoy con Bruxo, en el norte somos agua, frio y viento.

Bonita foto, imagino esta plaza repleta de gente, pero no la hubiera imaginado tal cual nos la muestras.

Buena despedida del mes de Noviembre.Biquiños.